lunes, 19 de enero de 2009


Bosque Tranquilo y Valle


En el mundo del ensueño, las dimensiones del espacio real son irrelevantes, por ser en la imaginación casi siempre experimentadas sus dos extremidades, lo grande y lo pequeño son perfectamente posibles en un solo espacio. Importa más el aspecto del elemento que predomina en el paisaje, su textura, fragancia, sonidos. De alguna manera el bosque y el valle ejercen efectos antagónicos en la experiencia ontológica del ser.

El bosque tranquilo es demasiado impredecible. El aire es denso. Un bosque en calma está cargado de silencios irrespirables para un alma etérea. Para un niño que nació entre el terciopelo crecido de los pastizales del valle, el aire es la posibilidad de lo inmenso, la inmensidad de lo posible. En esa inmensidad, el niño juega a volar cometas y delinear las nubes.

Pero el niño del bosque no sabe volar papalotes, sueña que el viento azuza los silencios de su casa. Detrás de los follajes inmóviles se fabrican tempestades, en el rumor de las hojas se esconden insondables misterios. El niño del bosque no juega, vela, pregunta, investiga, previene.

Un valle es exterior, ligero de soñar, en él se encuentran poco los misterios escondidos, pero se experimenta el movimiento, la libertad, el vuelo, todo con la seguridad de estar protegido por la fortaleza de las montañas.

El bosque aunque es un espacio físicamente externo, siempre se experimenta como una respiración densa, espesa, lo inesperado es el factor predominante, el escondite perfecto es el bosque.


Beatriz Osornio Morales

PARADOXIA

10 comentarios:

BEATRIZ dijo...

Este post es algo que he venido trabajando desde hace unos meses, es la segunda parte de Espacios Poéticos.

Lo pongo a su entera opinión

Saludos

Mr Blueberry dijo...

Imagino que lo mejor sería una mezcla de los dos...De la seguridad del bosque y de la inquietud del pastizal, pero eso no suele ser posible...al fin y al cabo la vida es tomar decisiones y eso supone perder una de las dos opciones


Me gustó el relato, me pareció sencillo al principio, pero le encontré bastante trasfondo, no sé si esa era tu intención

Abrazotes

Jo dijo...

en el bosque hay un maridaje posible de sombras , matices, olores y texturas... todo ello permite que te resguarde y hagas camuflaje si es preciso o necesario.

Unknown dijo...

cuando me llega la inspiración,me da por escribir cuentos en el momento ^^
Me gustó tu relato...muchas veces he querido estar sola en un frondoso bosque.
Que estés bien
besitos

Angel dijo...

Si tuviese que utilizar solo una palabra para calificar lo que he leído, sería densidad. Hay autores muy densos que me gustan mucho como Alejo Carpentier. Cuanto más densidad, mejor

Un saludo

BEATRIZ dijo...

Mr blueberry,

si lo mejor sería una mezcla de todo...
me alegra que te gustara el texto, mira el tema del onirismo (sueños despiertos)es algo denso ya de por sí para plantearse en un estudio poético, por eso desde que inicie el proyecto me he esforzado por lograr la sencillez que el lector poco experimentado pueda entender, y el trasfondo que el lector con gustos más ambiciosos logre encontrar.

Saludos.

Jolie,

Sipi, el bosque se presta para todo tipo de camuflaje necesario.

Un abrazo apretado, de bosque.

remolino multicolor,

las frondas ya sean de bosque, o de cualquier habitat natural siempre se imaginan reconfortantes.
gracias linda por tus deseos.

Angel,

Yo estaría de acuerdo contigo en cuanto a la densidad, no unica y exclusivamente del lenguaje sino del pensamiento, los matices, texturas, imagenes sugerentes o sugestiones propuestas, son formas de despertar sensaciones, sin dejar de lado el despertar de ideas en el lector.

Creo que quiero leer algo de Alejo Carpentier.

Saludos.

Unknown dijo...

me gusta mucho como escribes,creo que me identifica de cierta manera ^^
besitos,que estés bien

dèbora hadaza dijo...

me gusta el valle, me gusta porque deja ver el horizonte,porque aunque lo deja ver se queda velado entre las nubes, porque parece impsible de alcanzar y obliga al sueño, a las grande ideas de libertad, de crecer sin limites...

me gusta el bosque pero me da miedo, creo que es bueno para esconderse de otros pero no de uno mismo, porque el mundo de adentro, de adentro de los arboles, de la tierra, de tu alma te sigue espiando por cualquier rincon.

MAREADEMOCIONES dijo...

Bea....me gusta ese bosque que describes....quizá por que me gustan los silencios irrespirables....
besos!!!

Anónimo dijo...

Vaya!!! increible descripción metafórica de los altibajos que suele experimentar uno mismo, créo haber caminado de un bosque a un valle y viceversa, no sé, ni calculo cuantas veces, es mejor vivir en el valle, sentir el calor y el brillo del sol, correr por los pastizales y delinear las nubes, soñar a montarlas para ir más lejos. Sin embargo el bosque en ocasiones sule ser un buen amigo.

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