martes, 30 de noviembre de 2010

POLVO

 foto de Alberto Lucas Arias

 
El aire se ha parado

en un solo pie

saltando como cojo

alcanza los segundos que

se aferran al minutero

flotando en una vuelta

de polvo

fragmentar de roca

su crujir de piedra caliza

tirado en medio de la carretera

el asfalto frío

está adormecido



La noche mil veces oscura

precipita su cuerpo una vez más

hacia el instante vacuo

del negro

los miembros endurecidos

muerte moribunda

reloj descompuesto

hermana del día



sopla la muerte coja

sopla como si la vida

estuviera hecha de cenizas y cal

como si fuésemos ya la muerte

que no encuentra las manecillas

se queja de un brazo roto

un a dios





Beatriz Osornio Morales

21 comentarios:

Mª Angeles B. dijo...

Da miedo ver ese remolino de arena!

Bonitas palabras.

Besos

FJavier dijo...

La arena esa que dicen que somos y que irremediablemente volveremos a ser se hace más viva, cálida y cercana en tu hermoso poema.

Un admirado abrazo, Beatriz.

MAJECARMU dijo...

El polvo metáfórico nos mueve de piedra en piedra,de camino en camino durante el día...Y al llegar la noche la oscuridad nos para en seco y aparece esa sombra de la parca,la muerte acecha...!
Bello y sugerente poema,andamos entre las luces y las sombras,naciendo y muriendo cada día.
Mi felicitación Beatriz y mi abrazo grande.
M.Jesús

Sneyder C. dijo...

Somos arena fragmentada que se disuelve en polvo y cenizas… reloj sin retorno cuando se rompe la vida……

Mi admiración por el bello e inspirador poema

Un fuerte abrazo

Unknown dijo...

No sé.. me resulta dura... esa muerte coja que sopla y parece que quiere llevarse la vida.

pero la vida... es fuerte y en cualquier parte de este planeta.. surge... momento a momento, segundo a segundo.

Un beso Beatriz

Rafael Humberto Lizarazo Goyeneche dijo...

Hola, Beatriz:

Somos polvo que el viento llevará.

Abrazos.

Gracias por visitarme.

Leovi dijo...

Trepidante poema, las palabras van descendiendo como un torrente en plena lluvia. Me ha gustado.

Matías Muñoz Carreño dijo...

Se arremolina la palabra. Buen texto, Beatriz. Hace rato que no pasaba por aqui, te envío saludos grandes!

lichazul dijo...

polvo de estrellas
pulsaremos atómicamente por la eternidad

Hermoso y potentes versos Bea querida
me han gustado mucho
estos me mataron
La noche mil veces oscura

precipita su cuerpo una vez más

hacia el instante vacuo

del negro


Felicitaciones!!

besitos besitos de luz

Miguel Bueno Jiménez dijo...

Tiene ritmo, como aldabones en el arca de las esencias. Me gusta.

Expresiones
Piedra

Jordicine dijo...

Arena, polvo, muerte, cojera, un relato desgarrador, BEATRIZ. Un beso y hasta pronto.

José Del Moral De la Vega dijo...

Hay muchas ideas buenas en tu poema. Me gusta mucho esta estrofa:
La noche mil veces oscura
precipita su cuerpo una vez más
hacia el instante vacuo
del negro
Un abrazo

Jota Ele dijo...

Un poema duro, Beatriz.

Me gustaría verte cantando a la vida.

saludos.

Roberto dijo...

polvo, tiniebla y vida...me fascinó

un beso..te sigo leyendo

MaLena Ezcurra dijo...

Me quede sin aliento!

Un círculo con diversas geografías que se va cerrando es la vida.
Y nosotros tan solo pasajeros obstinados.

Te abrazo Beatrice.


M.

stella dijo...

Llego para gradecerte tu visita a mi blog y me quedo prendida a tus versos y metáforas
Gracias Beatriz, nos seguiremos visitando espero
Un abrazo
Stella

Ignacio Santana dijo...

Hola Beatriz!!!...muchas gracias por visitar mi blog, es todo un honor para mi, y darme así la oportunidad de conocer tu gran trabajo...impresionantes palabras!!!

Un abrazo!!! ;)

BEATRIZ dijo...

Estoy consciente de que hay cosas dificiles de gustar, pero a veces es necesario expresar esa impotencia que se experimenta ante las fuerzas naturales de la vida y la pequeñez del ser humano en comparación. Este poema es algo así, sentirse arrollado por una grandeza casi inexplicable e inevitalble.
Muchas gracias por la lectura y los amables comentarios.
Saludos a todos.

tecla dijo...

Sopla la muerte coja como si la vida estuviera hecha de cenizas y cal. Como si fuésemos ya la muerte que no encuentra las manecillas se queja de un brazo roto, un adios.

Lo he tenido que copiar porque es impresionante. Es un poema para leer y sentir, no para comentar, porque no tengo nada que decir. Sentir. Sólo sentir. Y siento.
Gracias Beatriz. Gracias.
Eres grande.

tecla dijo...

Estoy sobrecogida.

Dernier dijo...

Somos pasto del paso, del dominio del tiempo; somos de esa cal y de esa arena que no siempre recuerda la alquimia que nos regaló vida y suele ser esa vida quien nos hace morder su polvo y nuestras limitaciones.

Tu poema:

para nunca olvidar.

Besos

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