IV
El derribo
Las cosas habrían salido a pedir de boca, excepto por un cabo suelto que no habían logrado terminar de cortar. Era culpa de Agar por no acatar órdenes, se dice. Siempre opta por hacer las cosas a su manera. Ya solo faltaba cortar las amarras del lado de Eva, cuando oyeron chillar las sirenas del bote patrulla, venían del lado del mar. Asustados por el resplandor de la luz azul, corrieron a esconderse en un pasillo oscuro y solitario, incluyendo Agar a quien le tocaba maniobrar esa amarra.
Temerosos de ser vistos, fuera de casa, se fueron alejando en silencio hasta otra calle desierta. Ya estaba amaneciendo y al no saber la respuesta que darían al líder, se quedaron a buscar una explicación que los justificara por no regresar a terminar el trabajo asignado, habían sido advertidos que si algo salía mal y no derribaban el puente por completo, ambos extremos, Adán y Eva, todos serían culpables, como sucede en trabajos de grupo. Tratando de solucionar el problema, fumaron, deambularon, discutieron contra Agar, incluso vieron pasar a una mujer con bolsas de pan que los observó sospechosa, su primera reacción fue seguirla, más no sabiendo lo que vendría después, desistieron al verla doblar la esquina. Imposibilitados para solucionar el error cometido, decidieron darse a la fuga por los túneles. Pero el pensamiento de tener que pagar por el error de Agar, se los iba comiendo en silencio. Anduvieron un tiempo los cinco juntos, alcabo de un rato decidieron confrontar a Agar y poner en claro que las cosas no se quedarían a sí. Condenados a la discordia, el grupo de hombres se deshizo. Agar fue amenazado de muerte si no decidía él mismo cambiar de camino.
Abandonado, Agar desapareció por un túnel con escalinatas que bajaban, interminablemente, el pobre hombre no podía ver ni una pizca de luz, le sudaban las manos y sintió que un liquido pesado se fue posando en su frente hasta escurrirle en la cara. Y así, como tragado por las entrañas de la tierra, Agar se abandonó también al olvido de las ciudades.
Beatriz Osornio Morales. imagen de la red.
Esto es de la serie de cuentos "Las Ciudades de Adán y Eva"
Tengan todos un bonito fin de semana!
14 comentarios:
No te creas tú que me he enterado muchos de por donde van los tiros , solo me enteré de que Agar es una calamidad. Espero la próxima vez ser más avispado.
Un beso y buen fin de semana
Para los que no han leído las tres primeras partes, pueden hacerlo en "Mis proyectos" en la etiqueta de "Las ciudades de Adán y Eva-Cuentos" está en seguida de lo de a cerca del perfil.
Quiza eso ayude a entender un poco mejor.Espero no abusar de su confianza y tiempo.
Abrazos. Gracias André!!!
me acuso de ser este el primero que leo...me gusto!
Muy bonita historia.
Muchos nos abandonamos al olvido de las ciudades...
Un beso o 2 #
Es una buena historia. ahora debo leer las primeras partes.
UN abrazo.
Ya me puse al día y quedo maravillado, como siempre. Espero más, y más.
Un abrazo!
Hola Beatriz no habia leido las tres primeras partes,
es un un placer pasar por tu bonito espacio.
un abrazo.
muy bueno!!
http://meetmylittleroom.blogspot.com/
No he leído lo anterior, apenas tenga tiempo me pondré al día. Me gusta tu estilo de narrativa...
Besitos en el alma
Scarlet2807
Me encanta tu estilo de escribir, sin duda he de leerme las dos partes anteriores. Besos.
muy buen relato Bea, engancha y es muy ingenioso, usar nombres bíblicos y/o históricos en personajes contemporáneos , es darle vigencia sin duda y si les pones en situaciones cotidianas, les terminas dando un toque lleno de naturalidad en el cual cualquiera se puede sentir identificado
besitos y feliz fin de semana
Gracias por tu visita Beatriz.
Me gustó la trama del relato, leeré las primeras.
Cariños.
Agar es un caguetas, solo se que la pifia por todo, no llego a entenderlo mucho... seguiré viniendo para ver mas relatos y ponerme al día
No te mojes los pies que te resfriaras
Un Beso
Carlos
Me gusta, como todo lo que escribes. Saludos, BEATRIZ.
Publicar un comentario