sábado, 31 de diciembre de 2011

Continuidad

Ayer pensaba en el asunto del tiempo y sus supuestas divisiones, esto con respecto a la transición de un año a otro.

Hoy se termina el año 2011 y practicamente esta sería la última vez que posteo en este año. He brindado con lo que sería el último tarro de leche caliente, comido la última cena, he dado el último beso, y así, hasta el último parpadeo.

A decir verdad, estoy parada aquí, justo tras la línea que ha de cruzarse para iniciar otro año, y puedo decir que no hay frontera que cruzar, ni cuerda que saltar, ni puerta que penetrar. El tiempo es continuidad absoluta, líneal, ni siquiera cuenta con topes para disminuir la velocidad. Los hombres le hemos inventado ciclos, que según nuestra historia, avanzan y van sucediendo de manera cronológica. Pero, esto es más bien, un parámetro de nuestro propio ciclo, nosotros somos las líneas divisorias del tiempo.

Sin los hombres todo es igual, es lo que es, sin alteraciones.
La existencia del hombre no altera la secuencia ni la continuidad del tiempo, simplemente la define.




Beatriz Osornio Morales.


Bajo este aire de definición, les deseo lo mejor para este 2012

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