jueves, 3 de mayo de 2012


Rayo de claridad



“¿Mira su fin o su principio?
Ella dirá que no ve nada.
Es transparente el infinito.
Nunca sabrá que lo miraba”

-Octavio Paz-



En la soledad de una lámpara que ilumina apenas un punto difuso de la habitación, esa pequeña nébula con aroma a limpieza de hotel envuelve a una mujer de apariencia sombría,  dibuja o escribe, no hay modo de asegurarse.
De principio no la reconozco; hasta que un segundo tiñe sus manos delgadas,  estas aparentan ser pesadas por la escasa luz. Entonces, nuestra miradas se encuentran. Sintiéndose observada, la triste figura esconde el rostro de pómulos sobresalientes en una madeja de su cabellera negra, y los ojos en el tupe que cae liso hacia adelante. Sólo queda visible la mano ámbar sostenida por una pluma en vuelo. Es en ese momento que su identidad se aclara. Nos conocemos.  El instante aferrado a los dedos bajo una lupa que tiembla como soplada por el aire acondicionado. Yo permanezco un rato más en silencio, intentando descifrar lo que lee con tanto celo, esa enigmática luz sobre la página que  descubre y esconde el misterio de las palabras escritas, o quizá los trazos que no alcanzo a ver desde mi rincón oscuro, mientras ella imagina un día inédito bajo un cielo de azul increíble. O quizá sienta bajo los cobertores de la cama,  la comodidad que rara vez experimentamos los humanos bajo un abrigo de piel de oso polar.

No sé lo que puede  resultar de un instante así, anclados en la ciudad de Málaga, donde ya hemos vivido  antes, pero esta vez   siento como si fuera la primera vez.

Ella encuentra el mar en el puerto, lo guarda en su bolso, descansa buscando cobijo de la lluvia a  la espalda de una fortaleza de cultura árabe, luego se da a correr a pie por las calles que son más jardín que andador de adoquines en la costera. Pensando en que dicen que aquí es donde Picasso vio la luz por primera vez.  Ahora  yo también soy real.

Algunas primeras veces se prolongan al ser tocadas por un rayo de claridad, eso debe haber sucedido con Picasso. El rayo de claridad que hizo una mujer nacer de entre las sombras.

La mano simula una paloma.



Málaga España, Junio 27 de 2010.

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