lunes, 29 de julio de 2013

En mi reciente visita a México me encontré este texto. Es un poco extenso pero creo que vale la pena compartirlo con ustedes, queridos lectores, pues yo también  sentí el cambio y me preocupa sobremanera. Si a alguno de ustedes le parece oportuno compartirlo por favor hágalo con libertad.

La nueva contracultura en México

Parece inconcebible saber que mi pueblo de nacimiento se ha convertido en parte de una realidad horrenda e insegura, la violencia e infiltración de la retorcida cultura de los carteles. Siempre que pensaba en ese lugar  era con el sentir  de que aquel terruño era el centro de lo que significa la palabra “patria”  y ya ven, solo hizo falta un sexenio de enfrentamientos contra los supuestos líderes del narcotráfico para que se despertara el avispero, ahora hasta las esquinas más remotas padecen su veneno.

Dicen que  los comuneros también están siendo parte de la red de extorciones que estos grupos ahora ya también armados a lo descarado, han ido formando, algunos como tentáculos de las cabezas grandes, o halcones informantes, y otros que supuestamente se han formado para hacer frente a los carteles, han estado también extorsionando a tenientes de pequeños negocios de la localidad y alrededores, bajo la excusa de cooperar para poder ser protegidos. Ya no se sabe de quién cuidarse, pues ambos grupos utilizan la fuerza y la amenaza de las armas largas para intimidar a las personas. Sé de algunos miembros de la comunidad que han sido secuestrados y extorsionados,  gente que ha trabajado toda su vida para tener lo que tienen, o por el simple hecho de parecer un poco mejor acomodadas económicamente que el resto,  han sido víctimas de esos monstruos. No me gustaría saber los horrores por los que los hacen pasar.

Lo peor de todo es que la situación no da para cuándo pueda tenerse bajo control. El nuevo gobierno está muy ocupado en sus políticas contra la inflación, su desarrollo comercial y de apariencia, la productividad que seguramente no se reflejará al final del sexenio, porque nunca hay claridad en la entrega de cuentas (los informes son otra cosa)  y resulta que  apenas unos cuantos se verán beneficiados y serán ellos mismos,  lo malo es que todas esas políticas son  entre paréntesis de gestión en gestión. Lo importante de una sociedad es su gente, su educación,  su modo de vida, su cultura, y eso es lo que se está descuidando en México.
Mencionaba al principio el término “cultura de los carteles” la razón es que esos supuestos “caballeros templarios” que según son un grupo emergente del cartel La Familia, han estado instigando a la juventud más preciosa con sus labias sucias a creer en las armas como un medio de poder, regalando a los niños en festividades y a hurtadillas en las calles pistolas de juguete, pese a la supuesta prohibición de su venta en jugueterías,  por todos lados se ven niños jugando a los vaqueros, a la policía, a los soldados,  pero sobre todo a los MALOS, futuros miembros de alguna de esas manadas.

Y pensar que  unas cuantas de las caras de gente involucrada me fueron familiares durante la infancia, me duele en lo más hondo del corazón. Mi lugar de nacimiento ya no es un lugar seguro, donde se puede andar con la libertad inigualable de cuando estábamos creciendo. De hecho, el pueblo cada vez está más lleno de caras desconocidas, hasta las conocidas parecen distintas por la desconfianza. Hay camionetas patrullando el pueblo durante el día y la noche, la gente ya las conoce y se esconde de ellas. Es una cosa que da horror.

No quiero que se tome esto como un simple momento deprecativo. Me gustaría que hubiese más gente interesada en discurrir este asunto, el asunto de la educación, su accesibilidad, su honestidad y eficacia,  pero entiendo perfectamente que mucha gente no habla por miedo, yo mismo soy presa del temor a que mi familia que vive allá pueda llegar a ser víctima de un secuestro o algo así, pero no solo ellos, los que más preocupan los niños, su potencial, su futuro.

Quisiera alertar a los padres de familia de todo niño, a que se unan en una campaña de valores contra las armas, que en lugar de pistolas (aun en juego)  se agarren a la educación, que sea esta nuestro motor, lo que dará marcha a una sociedad más sana o ¿pensamos dejar que a nuestros hijos los eduquen sicarios?

Don Augusto Frías.

21 comentarios:

Ánima dijo...

La educación como punto de partida pero sobre todo la dureza de los gobernantes que con todos los medios legales a su alcance deben velar por la seguridad y bienestar de sus ciudadanos...y no hace falta más que ver casi a diario en televisión las matanzas indiscriminadas de estos asesinos a sueldo que hacen de la violencia gratuita su modo de vida...triste mundo este en el que vivimos, triste realidad, triste futuro...

Ester dijo...

Sin duda la educación en casa es una buena formación, explicar el porque de lo que sucede con los prepotentes también ayuda. Los pequeños deben crecer conociendo las opciones, No es facil.

P. Belano dijo...

Todo podredumbre. Arriba se consume, abajo se produce y en México se muere. La legalización y la reglamentación acabarían con toda esa miseria humana.
un beso Beatriz

Carlos Augusto Pereyra Martínez dijo...

En Colombia, cuando lo duro del Narcotráfico, con víctimas por doquier, y violencia sin tregua, el sicariato fue la alternativa de los capos de la droga, para amedrentar, crear caos, y generar pavor. Por lo que llevó a buscar las raíces de la afloración sicarial: tanto la familia como el Estado, responsables, por haber descehado los valores en la forfmación y educación de los hijos. UN abrazo. Carlos.

Narci M. Ventanas dijo...

Terrible panorama. Siempre la ambición, siempre la maldad, el mundo entero, de una u otra manera parece estar cayendo en manos de gentes deshonestas, de truhanes, de asesinos sin escrúpulos para quienes sólo el dinero y el poder tiene algún sentido. ¿Cómo luchar contra tanta barbarie? La educación es un buen comienzo, pero no creo que sea suficiente.

Besos

Leticia dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
BEATRIZ dijo...

Ánima, la educación ahora tiene un pequeño problema, al parecer la gente empieza a dejar de creer en el sistema educativo, no sin culpa, pero lo más preocupante es ese hueco que la generación que hoy son padres de familia no estaban preparados para enfrentar la cruda situación de violencia, no hay escuelas para ser padres, es cierto, pero sí gente valiente que pone la vida en juego por unos buenos valores para sus hijos. Eso también hay que reconocerlo.

Saludos y gracias por tu huella.

BEATRIZ dijo...

Ester,
Yo estoy de acuerdo contigo, no hay que evadir el tema con los pequeños, más bien explicarles ya que desafortunadamente están expuestos a crecer viviendo con gente prepotente alrededor.

Siempre una sonrisa.

BEATRIZ dijo...

Zavala,
No te creas ya también en México se produce, pero no es nuevo. Sólo que ahora el problema parece haber encontrado una válvula de escape.
Y a la mejor sí, una nueva legislación internacional al respecto de ese mercado podría ayudar.

Saludos grandes.

BEATRIZ dijo...

Carlos,
Me uno a los colombianos en ese pavor creado por tan brutal especie.
Es un mercado negro, los humanos parecemos expertos en crear mercados que autodestruyen.
Ahora que visité a mi familia en México realmente vi con admiración el gran esfuerzo que mucha gente hace por vivir bien, sin perjudicar a nadie.
Hay gente mala y sin escrúpulos creando problemas para alimentar sus ambiciones, y hay gente valiente que a pesar de todo muestra el lado más humano.

Saludos desde una tarde de verano.

BEATRIZ dijo...

Narci,
Por desgracia así es, la maldad y las ambiciones bárbaras son parte de la historia humana. Pero hay que seguir agarrandonos de las cosas positivas que hemos ido creando, como el sistema educativo, yo sé que en México tendrá sus desniveles, lados flacos, sin embargo existe y hay la posibilidad de recibir una educación escolar de principio a fin si así se quiere y se inculca a los niños.

Gracias por pasar.

BEATRIZ dijo...

Mi querida Lety,
Cuánta razón hay en tus palabras. Es cierto que por un lado el sistema educativo sigue siendo gratuito desde pre escolar hasta la universidad, es una gran ventaja sobre otros países, es cierto que estamos siendo parte latente de un desarrollo tecnológico internacional, digno de respeto.
Pero te diré que también todo lo otro es cierto. Y es vergonzoso que muchas partes de nuestro país (cada vez más) que por su belleza natural y cultural, en el pasado han contribuido en el desarrollo turístico, ahora estén en estado de alerta internacional.
No visitar, no salir de noche, No, no, no.
¿Se puede cerrar los ojos ante esto?
Hablando con una amiga que es enfermera allá en México, comentabamos que con mucho trabajo y esfuerzos se puede salir adelante donde sea, siempre y cuando haya las oportunidades de trabajo, la preparación para adaptarse a los cambios, etc, etc. Lo lamentable del asunto es ese pavor con el que se vive a diario, la falta de oportunidades de empleo, los monopolios que se enriquecen de los demás, y todas esas cosillas que bajan la moral a cualquiera terminan por cansar y desgastar.
Para empezar la gente se despierta con las mismas ganas de salir adelante, hacer lo que sea necesario para mejorar, y todo podrá estar bien, pero ves de cerca, pones atención y ves que la brutalidad impera y se prolonga.
La educación familiar también está sufriendo, y cómo no si ahora en una pareja, para poder vivir y mantener a los hijos los dos tienen que tener más de un trabajo, estoy hablando de una clase media, que parece estar cayendo sin clase. Ese tiempo que podrían pasar con los niños y viviendo el amor mutuo como bien lo dices, lo pasan en el trabajo.
Es un momento de cambio crucial en la historia humana. Y México saldrá de esta estoy segura, porque así como se presentan los problemas arrollando, hay gente con una energía y valor humano realmente digno de admirar.

Te mando un saludo grande, gracias por tu aporte.

Dylan Forrester dijo...

Interesante artículo. Es necesario Y vital retomar la educación en los hogares y que los padres asuman su rol ético y educador para con los hijos.

Saludos.

Leticia dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
BEATRIZ dijo...

Lety, Jorge;

Una de las razones por las que accedí finalmente a compartir lo que un día, casualmente mientras estaba paseando por la hermosa calzada de San Diego, en Morelia, donde había una exposición de esculturas (quizá la reconzcan pues ha estado en varios estados de la república) se llama "Alas de la Ciudad" del escultor Jorge Marín, bueno, pues ese día un hombre de apariencia sencilla, del que no sé toda su historia personal ni familiar, tuvo la confianza de expresarme a mí, una completa desconocida, sus sentimientos respecto a la situación que seamos honestos, no es un secreto, una de las razones te decía, es que el escrito que luego me hizo llegar, expresa no solo la preocupación personal por la situación. Encuentro noble su propuesta en cuanto a moderar la cultura contra las armas en los niños, la situación mundial lo amerita. Y creo que también hay en el escrito algo de nostalgia por un tiempo perdido.
Tienes razón, Lety, no hay que generalizar, yo sé que a ti y a mi y a muchos nos impulsa el amor por nuestro país, pero cuando hay una enfermedad no es ignorándola como se cura.
Me alegra que finalmente sea un asunto de disertación este post, y que mueva a expresar nuestras opiniones ya sea de simpatía o apatía para las personas que están sintiendo no lo duro sino lo tupido de la situación actual.

Por cierto, también a mi me parecen algo raros los que pagan por cruzar ilegalmente a un país extranjero, pero quién soy yo para juzgar si estan como todos ejerciendo su libertad de elegir, pensando en el bienestar sino inmediato sí de sus descendientes, pero bueno, ese es otro tema. Tu y yo tendríamos que sentarnos a arreglar el mundo,jaja, o al menos comunicarnos para intercambiar opiniones más personales ¿tu email?
Voy por tu espacio que es un lugar de tranquilidad y onirismo, me encanta.

Abrazos a los dos.

Leticia dijo...

Bea. Que quede claro que no pinto de rosa el panorama... pero no me parece justo sólo apuntar el gatillo (upsss) sólo a lo negativo de los aconteceres y de un país que es más que lejano para muchos y que tiene otra cara también afortunadamente. Ignominioso el lado oscuro de la humanidad, no hay disculpa de ninguna clase ni ayer ni hoy. Lo sórdido del crimen contra otros en cualquiera de sus manifestaciones y sus resultados aterran. En un viaje por tierra de Ecuador al Perú, me tocaron de compañeros en el viaje, una pareja de italianos, me comentaban en la charla lo terrible y horrido de la cultura mexicana que ofrecía el corazón de sus victimas como ofrenda a sus dioses... Les comente que la razón era que consideraban "la vida", lo más preciado que ofrecer a sus dioses. Comenté la crueldad erudita de los lacios o latinos,que había derramado la sangre de sus congéneres y sembrado el respeto y fidelidad con pavor con su exquisita crueldad,conquistando media Europa con ella. El circo romano (que he visitado) era el súmmum de la crueldad, los espectadores comían en las gradas y se exaltaban ante la muerte de animales y personas con enorme placer y seguramente "miedo". El miedo, el terror, el dolor son armas para doblegar a cualquiera. Las sigue usando la humanidad no hay duda. Y el problema mundial de migrantes, es aterrador.En París, vi como la policía golpeaba sin piedad a un grupo de migrantes (mujeres hombres y niños) que venían de África y se refugiaban en la iglesia donde estaba yo visitando. Ya no escribiré nada, me apena extenderme. Saludos Bea.

BEATRIZ dijo...

Cómo crees Lety!! no tengas pena extenderte, es enriquecedor intercambiar experiencias:

http://www.youtube.com/watch?v=AucxLzXT9Zk&sns=fb

a ver si pasa el video, ya para terminar :)

Natalia H. Fontijn dijo...

Que duro Beatriz. Con mi país, el de ahora, me pasa que apenas lo reconozco. No es el país de mis padres, de mis abuelos, de gente honrada.
Creo que encendiste pasiones con este articulo.
Es que el país de uno, Mexico, Venezuela, la tierra duele.
Abrazos

Luis de Burg dijo...

por ello, la pena de muerte es la mejor opción, es lo que sucede cuando las penas son simples, la mayoría de cárteles son organizados desde la prisión, con ayuda de los mismos policías, para qué seguirnos haciendo los ciegos??? morirá gente inocente también, pero no tenemos otra opción, la pregunta que yo le haría al que escribió esto sería, cómo podrías asegurar que los niños tengan una buena alimentación, si existen millones de niños en las calles que son explotados por sus propios padres, miles de niños hambrientos que piden limosna, ellos no juegan con pistolas de juguetes, porque no tienen ni idea de qué es un juguete, son ellos lo que se convierten en delincientes, porque en el fondo, no les queda otra cosa por hacer, no les queda más remedio que ser delincuentes, es una pena, porque ellos no pidieron hacer en la pobreza, pero lamentablemente nosotros sí tenemos derecho a vivir, y no a morir por aquellos que nacieron en la peor zona del mundo, como decía mi abuela "muerto el perro, muerta la rabia"

Luis García Romero dijo...

Es contaminación, es basura interna... es triste y lamentable que las personas necesiten de la violencia para sentirse algo en la vida. Es un horror. Es patético, muy triste.

Un abrazo.

BEATRIZ dijo...

Luis,

Hay mucho por hacer respecto a la infancia en muchas partes del mundo. Es cuestión más que imponer una educación, inspirarla, creo, y los adultos somos responsables de ello.

Gracias a los dos Luis.

Saludos.

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