No me dejes tu huella
en la piel…
Ni al irte
dejes huellas en la arena, porque te lo advierto,
voy a seguirte como perro
que sigue un olor hasta
el final o el principio
del mismo.
No lo detendrán las
tempestades,
ni el abrir de las
flores del camino,
ni la guerra en turno,
ni el niño pequeño que
regala un caramelo…o le lanza un hueso fresco.
Yo te aviento mis
palabras como aullidos
¿no es eso dar la vida
por algo, alguien?
Lo ves,
Lo ves,
No puedes negarlo…hoy he
dado
la vida por ti.
Texto e imagen: Beatriz Osornio Morales