martes, 24 de septiembre de 2013

Pensamiento Urgente



Pensamiento Urgente

Debía ser algo para pensarse en el momento.

Daban las dos de la mañana y parecía que el sueño se había excedido. Enseguida supe que era un pensamiento el motor de aquella sensación,  algo pensado desde el sueño quizá,  algo que al despertar  estaba claro,  pero esa claridad duró un solo instante, luego se esfumó.  Así que podría decirse que en realidad, mientras escribo, el pensamiento no es ya  una imagen intacta, más bien  una como nube flotando en la montaña. El día que salimos de Morelia amaneció esa misma nube en la punta de la montaña, luego llovió de manera intermitente, la nube se transformó  en una  niebla ligera que se extendía hacia la ciudad, pero no desaparecía del todo, debía ser más  bien que ese pensamiento nos vino siguiendo todo el camino,  porque en la madrugada  del siguiente día  llegamos a Puerto Vallarta  y seguía lloviendo.

Y hoy, justamente hoy, días después de aquel arribo,  el pensamiento se convierte en urgencia.  Hay algo que debe pensarse. Trato de establecer  el génesis,  los puntos y aparte. Pensar puede ser ¿un acto frugal? no lo creo.  Aislar las ideas para dar forma a un pensamiento concreto es lo importante del asunto, pero siento que al aislar cada idea y concretarla, es como vivir solo las consecuencias de éste, o de una acción sin importar sus orígenes, y quizá ni la acción misma.  ¿Será la idea sin origen implícito un pensamiento verdadero? ¿En dónde está  la limitación de la lengua para  conectar  palabras que contengan la realidad pensada sin olvidar el origen, la fuerza que originó su idea?

Yo pienso en mi madre, la pienso en este momento pero tengo la sensación de que he estado pensando en ella  desde mucho tiempo antes, en alguna parte de mi mente ha estado su imagen dando vueltas por un tiempo. El origen de ese pensamiento no lo sé. Vivo el impacto, la consecuencia. Experimento la nube flotando en la montaña. Será difícil saber lo que provoca el pensamiento en primer lugar, sin embargo, tengo claro que he de telefonear a mi madre uno de estos días, de estas mañanas.

Sucede a veces que al final se aclara cualquier origen, y hay otras veces que las pequeñas cosas no importan, importa el instante, el impacto, el presente, la idea, el pensamiento, esa es la urgencia,  lo demás pierde peso, tamaño y forma,  como la nube que se dispersa en lluvia por la ciudad,  llevándose  los pasos de ayer  y  dando cabida  a un nuevo camino.



Beatriz Osornio Morales.Imagen tomada de la red.

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