Pensamiento Urgente
Debía ser algo para
pensarse en el momento.
Daban las dos de la
mañana y parecía que el sueño se había excedido. Enseguida supe que era un
pensamiento el motor de aquella sensación, algo pensado desde el sueño quizá, algo que al despertar estaba claro,
pero esa claridad duró un solo instante, luego se esfumó. Así que podría decirse que en realidad,
mientras escribo, el pensamiento no es ya
una imagen intacta, más bien una
como nube flotando en la montaña. El día que salimos de Morelia amaneció esa
misma nube en la punta de la montaña, luego llovió de manera intermitente, la
nube se transformó en una niebla ligera que se extendía hacia la ciudad,
pero no desaparecía del todo, debía ser más
bien que ese pensamiento nos vino siguiendo todo el camino, porque en la madrugada del siguiente día llegamos a Puerto Vallarta y seguía lloviendo.
Y hoy, justamente hoy,
días después de aquel arribo, el
pensamiento se convierte en urgencia.
Hay algo que debe pensarse. Trato de establecer el génesis, los puntos y aparte. Pensar puede ser ¿un acto
frugal? no lo creo. Aislar las ideas
para dar forma a un pensamiento concreto es lo importante del asunto, pero
siento que al aislar cada idea y concretarla, es como vivir solo las
consecuencias de éste, o de una acción sin importar sus orígenes, y quizá ni la
acción misma. ¿Será la idea sin origen
implícito un pensamiento verdadero? ¿En dónde está la limitación de la lengua para conectar palabras que contengan la realidad pensada sin
olvidar el origen, la fuerza que originó su idea?
Yo pienso en mi madre,
la pienso en este momento pero tengo la sensación de que he estado pensando en
ella desde mucho tiempo antes, en alguna
parte de mi mente ha estado su imagen dando vueltas por un tiempo. El origen de
ese pensamiento no lo sé. Vivo el impacto, la consecuencia. Experimento la nube
flotando en la montaña. Será difícil saber lo que provoca el pensamiento en
primer lugar, sin embargo, tengo claro que he de telefonear a mi madre uno de
estos días, de estas mañanas.
Sucede a veces que al
final se aclara cualquier origen, y hay otras veces que las pequeñas cosas no
importan, importa el instante, el impacto, el presente, la idea, el
pensamiento, esa es la urgencia, lo
demás pierde peso, tamaño y forma, como
la nube que se dispersa en lluvia por la ciudad, llevándose
los pasos de ayer y dando cabida a un nuevo camino.
Beatriz Osornio
Morales.Imagen tomada de la red.