sábado, 15 de febrero de 2014

EL MAL SUEÑO DE LAS BALSAS





No hay silencio en el mar
ni siquiera cuando el ahogo es inminente.
La razón es absorbida por un gran
resuello de  olas altas,
devorada hacia un adentro impensable,
la vida de las balsas se encuentra
aturdida, confusa por un respirar de pulmón
azul,  que jala, pulsa
y arranca de los ojos la luz,
como si fuera  escama de pescado.
Toda  entereza se va
solo queda el instinto,  
el animal interior se aviva,
 su fonema es un latir de músculo descarnado
en los ojos opacos.
Es un ruido intermitente
el ruido del mar, su sexo
agitador de indiferencias, furia de dioses.
No es posible ser indiferente
a la gutural palabra de mar, grande para las balsas,
inteligible sueño de barcas abandonadas para el náufrago.
El mar se interna en el corazón expuesto,
y no hay silencio, hay sal. No hay fin.
En el mar solo hay continuidad.
Al caer la mañana el mar retoma
la tranquilidad.
Es un valle de libertad para las balsas
que sueñan.




Beatriz Osornio Morales

17 comentarios:

Unknown dijo...

¡Qué maravilla, Beatriz ! yo creo que un poema o un texto están bien escritos cuando hacen que el lector VIVA lo que lee. Eso me pasó con tu poema.lo he sentido, lo he vivido.
Tu descripción es perfecta y la hondura de tus palabras una verdadera majestuosidad.
¡te felicito ! Quisiera quedarme en ese mar lleno de barcas, mirando, solamente mirando ...
Besos de luz.

Julie Sopetrán dijo...

Interesante poema para reflexionar esos malos sueños de las balsas... Me ha encantado. Porque es cierto, "No es posible ser indiferente..."
Muy bueno, Beatriz. Un fuerte abrazo.

Rafael dijo...

Un abrazo en la noche.

Anónimo dijo...

Hermoso elogio al podero y bello MAR, gracias Beatriz por estos precioso versos, encierran fuerza y belleza.
Hay dos regalitos, en mi espacio para ti, corazón con poema y rosa blanca, el resto de los regalos también si te apetece traerlos contigo.
Un abrazo y un buen domingo.
Ambar

Rendan Laveriz dijo...

"Es un valle de libertad para las balsas que sueñan"
Gran frase de remate para este poema, me ha encantado.
Quiero pedirte permiso para poner una de tus frases en mi sección "Frases prestadas de compañeros" de mi blog. Un abrazo compañera.

jfbmurcia dijo...

Bea, abajo del todo debe decir sueñan, cámbialo. Está genial. Y aunque soy español me fascina Michoacán.

Joaquín Galán dijo...

Una bella alegoría donde las tranquilas balsas son los corazones sosegados que se sienten violentos ante la fuerza enorme de ese mar de amor agitado siempre y también agitador.

Un bello poema Beatriz.

Conchi dijo...

Hola Beatriz, bello poema, aunque encierra mucha tristeza,
Un abrazo.

BEATRIZ dijo...

jfbmurcia: gracias por el dato, entendido y anotado.

Rendan,
Por supuesto que puedes utilizar la frase que gustes, agradezco que me lo hicieras saber.

A todos, muchas gracias por pasar y dejar huella, nos leemos.

jfbmurcia dijo...

Beatriz: escribe, escribe, escribe, y cuando ya pienses que no sabes de qué escribir, sigue escribiendo.
Tus palabras son nuestras mariposas.

Carlos Augusto Pereyra Martínez dijo...

Balsas y mar. Partes de ahí, para versar sobre la naturaleza del mar. Qué mejor que un balsa, para conocer el temperamento del mar y sus estados de ánimo. UN abrazo. Carlos

Nómada planetario dijo...

La tensión entre balsas y mar queda resuelta de forma poética, a la par que no resta un ápice a la tragedia.
Buena entrada.
Saludos.

taty dijo...

Es un mar hermoso y muy agitado el que describes. No, no es posible permanecer indiferente.

Un beso, Bea!

Narci M. Ventanas dijo...

Bello poema, intenso, conmovedor, tempestuoso hasta que la calma lo domina, y todo se vuelve sosiego.

Besos

cuantocuento,castelo dijo...

Excelente, Beatriz; adoro el mar, o la mar (...es bisexual :)), y te puedo asegurar que leyendo tu poema lo he sentido bien cerca, como cuando colocas una caracola en la oreja.
Ese contraste de mar amenazante, infinito y misterioso, y a la vez esperanza es genial.
Saludos.

Luis de Burg dijo...

wow!!!! que hermoso, hasta has hecho imaginarme en el mar profundo y salado en plena oscuridad, sumergido en aquel curioso ruido nocturno, en ese climax sexual de los dioses y su furia, completamente perdido y náufrago, expuesto a las olas altas que van agitando la continuidad de aquel gigantesco océano, me sentí pequeño, minimizado, casi insignificante ante un dios todo poderoso, un monstruo que no entiende ni se imagina que existen seres viviendo dentro y flotando sobre él, fue completamente dulce y escalofriante, simplemente espectacular, una obra de arte.... besos!!!!

Sara O. Durán dijo...

Bellísimo Beatriz, con gran fuerza y vida!
Me gustaría que vieras el video de mar que hoy tengo, te encantaría... creo.
Un abrazo!

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