viernes, 27 de noviembre de 2015

Jellybeans

                                                                         Un dulce para ustedes.


Este corazón no tiene quien le escriba
todo lo hace romantizar, excepto quizá el recuerdo del viento
incesante
intacto.
El mundo se ha vuelto de gelatina
en la casita del árbol,
el librero tiembla con tus pasos,
cuando subes, los escalones tiemblan amenazadoramente,
podrías tropezar con su aroma de cereza,
los recuerdos tiemblan
en la enredadera blanca de anís,
que asoma en la ventana, el polvo
en las superficies desespera,
el pobre añora una carta,
una epístola sobre el corazón dulce
¿Le escribirías una carta al desgraciado que llora
lágrimas de gelatina?
El desdichado huele a limón
como para comerse frío,
mientras canta el viento alicorado
una canción de jerez.



B.O.M, imagen de la red.

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