domingo, 17 de abril de 2016

Crónica de gansos




¿Dijo que odia los gansos? la idea me trajo de regreso a la realidad, de entre las líneas que preparaba para mi reporte diario. La Miss odia los gansos....ah ¿cómo puede alguien odiar a los gansos? bueno, el reporte puede esperar, es apenas  la segunda hora "Son una mentada de madre de la naturaleza, se cagan en el pasto de mi patio, arruinan el verde y la comodidad de caminar por allí con los pies descalzos, o tender una manta para un pick nick, ¿Alguno de ustedes chicos, tiene ese problema aqui en Pantina? parece que estamos en Canadá" Una chica afirmó que en su casa tienen el mismo problema. Y así, los estudiantes de preparatoria escuchan atentamente a la maestra de historia, pasando de los gansos al tema militar.

Cuando mi sobrino estaba de misión en Irak, continua Miss Morrison, nos mandó pedir que le enviaramos dulces, caramelos para los niños de Irak, ¿gratis? no lo creo, siempre a cambio de información. Las guerras son brutales. Años después, vinó la misión a Afganistan y le pregunte a mi sobrino, si quiería que le envíasemos más caramelos, a lo que contestó que no, "a estos niños no se les dan caramelos, no son confiables, pero pueden enviarnos resorteras y canicas". Yo creí que las resorteras eran para los niños afganos. Cuando mi sobrino regresó de una de sus tantas misiones, un día hablando salió el tema de las resorteras, ¿para qué si no? "no como juguetes para los niños, para dispararles con las canicas en las piernas" ¿a los niños? "si, esos niños son peligrosos, los adultos los usan para intercambiar información y hasta para transportar armas y explosivos entre los grupos de la resistencia, y yo realmente no quería dispararles con arma de fuego."concluyó Clive, mi tierno sobrino.

Lo de las resorteras me dio una idea respecto a los odiosos gansos, continua la Miss, busqué canicas y traté de dispararle a las bestias. ¿Funcionó? se oyó la voz de un estudiante. En realidad no, los gansos son persistentes, pero al menos los asuste un rato.

 Algún estudiante que yo no escuché preguntó, presumiblemente, si no pudó haber utilizado otra cosa para disparar, un arma quizá, aquí se entienden perfectamente de forma tácita, al menos en cuanto al tema de las armas se refiere. El cuento es que cuando me di cuenta, ya estaban hablando del armamento de Miss Morrison.

Hay un arsenal en mi casa, oí sin creer lo que estaba escuchando. ¿Qué? ¿La Miss? ¿Armas? un desfile de imagenes empezó a maquinar en mi mente, entre armas de fuego, de mano, rifles largos, automáticas, semi automáticas, de caza, de...¿granadas? bazucas. Parále allí, me dije tratando de mantener el hilo de la crónica de los gansos, pero aquello  ya no era la crónica de los gansos.

Confieso que el tema de la posesión de armas me incomoda y aleja de las personas que las poseen. Inevitablemente la admiración por la maestra de historia (su clase es muy buena porque se emociona y se mueve por el centro del salón, su sonrisa es linda, utiliza frases sarcásticas cuando explica los acontecimientos, y entre tanto y tanto hace preguntas sobre lo que los estudiantes piensan al respecto, para bien o para mal, contagia su energía entusiasta sobre la historia) se opacó mi admiracion ante el conocimiento anterior ¿Para qué una persona con ese grado de educación, maestría en educación necesita poseer armas en su casa? no es mi business, o si lo es, es porque secretamente, me remite a lo regresivo de la humanidad, pero esa es otra historia. Puesto que cuando me toque ayudar nuevamente en su clase, aprenderé otras cosas, interesantes o  desilusionantes sobre la historia humana. En cuanto al trato personal, mantengo mi distancia, como estoy segura que haría cualquiera con sentido racional, o instinto de conservación,  ante el conocimiento de sus posesiones. 

Por otro lado, hay un dicho popular que dice que dios los hace y ellos se juntan, sucede lo mismo con los gansos.



B.O.M




8 comentarios:

Rafael dijo...

Interesante relato.
Un abrazo.

Carlos Augusto Pereyra Martínez dijo...

Buen punto, ese de la clase para conocer a través de los propios maestros el talante humano. Quémejor que ellos para aplicar psicología. UN abrazo. Carlos

jfbmurcia dijo...

En Michoacán, un abogado que trabajaba para mi compañía, y que fue policía antidroga antes de que los narcos le dejaran como a un colador y se prejubilara, tenía un arsenal en el armario ropero de su dormitorio. El día que me lo enseñó pensé que estaba soñando. Pero no, no era un sueño, el señor complementaba sus ingresos mensuales con la venta de semejantes juguetitos. Los compraba en EE.UU, claro está. Saludos.

Buscador dijo...

Siento en tu mirada ese calor de mi cuerpo que antes me hacía estallar en escalofríos de pasión y ahora son de miedo. No sé muy bien si es recuerdo de tu amor o de odio...miedo a la soledad o a esa mirada que tienes tan fría y despreciable. Todos los males que me hiciste pasar los he pagado con mis lágrimas y de alguna manera, mi vida se ha esfumado en cada una. Aún guardo en mí aquellos momentos en que fuí feliz contigo, pero chocan con la persona que eres ahora. Mi alma la convertiste en pedazos que poco a poco voy recomponiendo; un puzzle en donde cada pieza tiene un mal sabor de boca...y ya estoy cansada de levar tu cruz. No sabes que significado tiene para tí el respeto a una mujer y tampoco sabes lo maravilloso que eras cuando en tu forma natural, me hacías sentir la mujer más afortunada. Mi vida se ha quedado en nada.
Hoy vivo tranquila sin saber muy bien que camino debo escoger pero necesito tomar una decisión y aún no se si estoy preparada. Me recuerdo cuando estaba llena de sueños y esperando de la vida cada fruto pero, sólo tengo vacios que se me clavan como alfileres. Han pasado días y años esperando verte cambiar. Sigo sin saber que hacer y miro la carita de nuestro hijo y no sé bién pero Dios me da fuerzas por darle un futuro que no sea igual que el mío...Ahora llega el momento de irme. Me voy con mis padres; a la cuna de un hermoso recuerdo para que mi niño crezca con el amor que tú no sabes dar. Me voy con mis padres y a tí nunca te volveré a ver...jamás te acerques a nosotros.

- Ella abre la puerta con su hijo de la mano. Tiene miedo a lo que pueda suceder en ese momento y en toda la calle, se escucha un disparo de escopeta...


Bambú y Buscador.

José A. García dijo...

Los que tienen armas creen que así están más seguros, y quienes no la tienen también creen que así están más seguros. Pero la cuestión es que, llegado al caso, todos estamos desprotegidos por igual.

Y el tener una educación, digamos media, no significa que sabremos tomar las mejores decisiones.

Saludos

J.

**kadannek** dijo...

En lo personal, más que las armas, me molesta que "odie a los gansos", el hombre les está quitando todo espacio natural a los animales. Sí, ya sé, ya sé, sueno a ecologista fanático, pero la destrucción de la flora y fauna me impresiona y duele en el alma. No hay piedad, no hay criterio, no hay respeto por la vida de los otros. Obviamente tienen que hacer sus necesidades básicas, lamento que ensucien su bonito jardín, pero como si ella no hiciera sus cosas en el baño. Hay otras medidas, quizás poner una cerca más grande o una malla, o un techito improvisado. Límites. Pero no, se tienen que ir a la violencia, siguiendo el tan despiadado ejemplo de su estúpido sobrino. Pero no puedo pedir compasión por gansos si no tienen compasión por los niños, niños en una situación precaria, difícil, caótica. Tomaría esa resortera y le daría con las canicas en los ojos a ella y a su sobrino, sinceramente.

Es triste, sabes? por qué en mi época estudiantil e incluso en otras instituciones, me tocaron profesores e instructores que con su carisma se compraban a los estudiantes, como si de un show televisivo se tratase. Vertían sus opiniones personales de temáticas que no deberían haber sido incluídas en la clase, sólo para ganarse el aprecio de los chicos. Mucho egocentrismo, la verdad.

Haces bien en apartarte.

Claudio Ariño dijo...

Para mí, las armas reflejan la estupidez humana.

Conchi dijo...

Odio las armas, solo traen intereses para los que las fabrican y destrucción para media humanidad.

Un abrazo amiga Beatriz.

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