sábado, 16 de enero de 2016

La Situación Escala (de El Caso)

  

Ya habían pasado cuatro semanas desde el primer crímen, y mientras se comparaba con el segundo y se construía el perfil del criminal, el primer caso seguía donde mismo. Al parecer ahora dos caminos se juntaban y avanzarían en la misma dirección.

A las cinco semanas, los periodicos de otra comunidad localizada a unos 38km de donde se encontró el primer envío de uñas, reportaban el domingo en la mañana que habían hallado el cadáver de una mujer no identificada de entre 22 y 28 años de edad, los restos fueron trasladados a la comisaría, en espera de que alguien reconociera a la víctima, las bajas temperaturas de la zona habían ayudado a conservar el cuerpo relativamente reconocible. No se contaba con datos de desaparecidas registradas recientemente en esa localidad, por lo que se rogaba a la comunidad correr la voz. La mujer mide 1.60m de estatura, el pelo castaño muy claro, casi rubio sucio, tez clara, en la mano derecha le faltan las uñas, y en la otra las lleva pintadas de rojo. Los noticieros recurrieron en el caso del cadáver, que no tardó en llegar a oidos del Detective Luis Rubio, el cual al siguiente día, se puso en marcha con una comisión para investigar el cuerpo hallado, y comparar el ADN de las uñas con el del cadáver. En efecto, los estudios revelaron que las primeras uñas pertenecían a esa mujer. Pero el cuerpo se regresó a la morgue de la capital sin ser aun reclamado por nadie.

Habían pasado tres meses y todavía nada concreto se sabía sobre la identidad de las víctimas. De la primera mujer, se había encontrado el cuerpo, la identidad no del todo, nadie sabe de su procedencia a pesar de los diversos avisos televisivos y en los periódicos. Sin embargo, a unas semanas del segundo juego de uñas, apareció un tercer juego a la entrada de la residencia del inspector Rubio. Luis que hasta entonces, había mantenido la determinación de resolver el caso intacta y firme, se encontró de pronto, al borde de la desesperación por no tener ni una pista concreta sobre el paradero del asesino. El hecho de que haya sido su residencia el punto concreto de envío, era señal de algo que el asesino quedría remarcar; quizá restregarle al inspector en la cara su ineptitud para conseguir o interpretar pistas. Pero lo que más incomoda en dichas circunstancias, es el peligro en el que pueda ponerse a otros miembros familiares, en el caso del inspector, su esposa Sofía y dos hijos pequeños, Luis y Mariela de apenas 9 y 7 años de edad. La situación escalaba a un grado de emergencia y alarma para Luis Rubio. No podía darse el lujo de ignorar el evidente peligro en el que estaba su familia, así que pese a la resistencia de Sofía, los hizo mudarse a lo de sus suegros por un tiempo indefinido, la idea era que se quedaran hasta resolver el caso.

-No será por mucho tiempo, prometo hacer todo....
- ¡Es una pesadilla! Los niños tienen que continuar yendo a la escuela, y la distancia es tremenda-argumenta Sofía.
-Pues tendré que transportarlos yo todos los días por la mañana y veamos si tu padre te presta el carro para recogerlos en la tarde. No creo que haya problema.
-¿Así de sencillo? Lo pones como si fuese cosa de todos los días que uno tiene que estar de arrimado.
-Son tus padres, seguro entienden la situación.
-Ese es el problema, que saben exactamente las razones.
-Y bueno, no es fácil para mi tampoco.
-Fue justo lo que me advirtieron antes de casarnos. “Ese tipo de trabajo es muy estresante y hasta peligroso”
-¡Lo siento!

-No es cierto. El trabajo es tu vida, ¡Admítelo!

(continuará)

B.O.M, Imagen de la red.

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