domingo, 31 de enero de 2016

REVERSOS


I

Tengo un cuaderno de lunas partidas en papel,
escasas monedas en el bolsillo, y un viejo mapa
 con el reverso  
de New York  en mi cartera.
Al doblarse,  cada línea
 marca alguna de sus avenidas principales…  
 cientos de escaparates fortuitos quedan sin trazo,
dilapidados antros de jazz proscritos a plenitud
y  tedio.
Mister Cole  habría descrito eso
en su poesía,
o tal vez no.

Habría omitido que los dioses del Olimpo,
desaparecidos en el Medio Oriente, 
disimulan nuevos nombres, 
combaten por las  bocas,
y  envisten
 como toros bravos en esta ciudad.

Por las vías del tren newyorkino,
una pierna mutilada sangra amapolas
separada de su cuerpo, yo
la echo de menos,
después  que anduvimos juntas
muchos años,  antes  y  después.

 El ipod del olvido que todos llevan
en el metro,
 inútil para escribir, me mira desde sus cabezas,
toca siempre la misma canción,
 lúgubre, fútil, dirán cuando pase de moda…pero
hoy es la única presencia que asombra
nuestra decadente urbe,
 loba olvidadiza.

Parada
en la séptima avenida de Manhatan,
una mujer sola también olvida
la simetría del  abrazo.

Mientras retorna el  mar
 la lluvia evaporada, vaso invertido,
al recobrar victorias ganadas en Chinatown
 la fuerza de gravedad
 yergue los declives
de mi paraguas chino,

imantado por un trueno a sueldo. 


Beatriz Osornio Morales. Imagen de la red.

Nota, no sé si sea un problema para todos en blogger, pero a mi no me esta actualizando las entradas. A veces tengo que republicarlas más de dos veces. 

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