Oyes la marcha...
flotar en el silencio;
ligero sueñas
de cuerpo estrecho
felicidad continua,
un suelo nuevo.
Sacudi el sueño,
al final de la mente
un loco sonríe.
Adentro llueve
afuera se derrama
la tarde, su ojo.
Tuerta la lluvia
escurre en las aceras,
el beso canta.
La ciudad pena
sobre la muerte a Fidel;
el mar ignora.
De mi agua dulce
bebiste, y de la mano
abierta hacia el sol.
Beatriz Osornio Morales, imagen de la red.