¿Es verdad que me
necesitas?
La sola idea
contradice la realidad de no saber nada; yo no sé nada de ti
y tú no sabes nada
de mi, creo que no, pero
¿Cómo es que
veniste a decirme que me necesitas de veras?
Por primera vez en
nuestras vidas te atreviste,
abandonado a mis
brazos,
tu cuerpo enamorado,
te sostuve de rodillas.
Preguntas porqué contesto con premura;
querido, a mí la
vida me viene a prisa,
ya estuve muerta una
vez y sin darme cuenta.
No quiero que otra
vez llegue la hora
y tenga cuentas
pendientes, aunque....
quién sabe, a la
mejor no importa cuanta premura y precauciones,
cuántas
preguntas se apresure uno a responder
o a preguntar, la
muerte siempre llega y deja
preguntas sin
respuesta.
Me adivinaste los
sueños,
en la fotografía que mandaste, tú en tu rostro interno,
ese rostro diabólico
y travieso que presumes.
Aun no contesto a tu
correo pero sé y quiero
que sepas que te
creo.
Todos tenemos un rostro interno
muchos rostros,
y tenemos también
la libertad
de mostrar el que
mejor nos parezca
la máscara
proyectora,
para el resto,
bastará leer el
movimiento de los labios.
B. O. M. imagen de la red.