sábado, 12 de mayo de 2012

VASTAGOS









violetas, imagen de la red 

I

La flor del miedo crece

no se sabe bien si

de un escollo tierno,

o del desierto inundado

por extremas tormentas

que violan la semilla.



II  

La indefensa violeta

crece,

y crece de las flores

la tinta nocturna,

distinta a las flores del sol.

Esa flor  te mira

desde la obscuridad.

Te mira más fijamente

que un niño.



III

Ya en otro tiempo

nos vaciaron el plato las violetas,

llenando de hojas secas

 el jarrón  marfil.

Pétalos sin raíces

nos  traspasan

los ligamentos de las manos,

desquebrajándonos el vello

quemado en la epidermis,

luego de unos instantes

escurren

mis dedos en los suyos,

florecidos.



Beatriz Osornio Morales.


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