SUEÑOS DE AGUA
Obvio,
algo atraviesa la
palabra agua.
Me rodea, gota.
La rodeo con la
yema de los dedos
de agua.
Nos bordeamos.
El reflejo nos
delata;
el río divide la
ciudad en dos
se esconde en ella
como serpiente
bajo las piedras,
insensible tapete mágico,
porque no es tierra
bofa de primavera
es reflejo.
Con el tiempo, el agua
destiñe la sombra
escurridiza,
dibujo de lirio sin
pintar.
Quiero que me
rompas este espanto
indescriptible, sin
adjetivos
ni pronombres,
agua, verbo.
Toca el centro del
corazón apretujado,
traspásalo con un
nombre naranja,
su música
su música
cuelgan en mi ventana del apartamento.
No sé qué pensar.
En el quinto piso
hay cristales de agua y,
un ascensor a la
extraña felicidad
de una mañana clara,
la música no despierta del sueño,
agua.
Beatriz Osornio Morales, imagen de la red.