Mencione una Persona Querida.
Esta mi amada madre Victoria, y mis hermanas, Cony, Elizabeth, Magda y
Judith; en cada una encuentro un ángel
de la guarda. En seguida, a la misma altura quizá está mi padre Juan, mis
hermanos Ben, Chuy, Jim, Jake y Abraham,
otro ángel; luego mis amigos vivos, que
ya solo quedan unos cuantos avivando la llama de la amistad desde muy cerca y a
distancia, siento que les debo la vida, es decir, el placer de la amistad.
En secreto y en un lugar especial tengo a Heráclito, a
Cortázar, a Gastón Bachelard, a Válery, a Baudelaire, Verlaine, Bataille, más
bien su erotismo dramático, su Rayuela, Su Río incesante, sus Poéticas, sus
Flores del Mal, su Joven Parca, su Poesía Maldita.
Recientemente nace en mí un nuevo afecto, Virginia Woolf, aunque está
muerta, está viva, lo prueba el resuello de sus palabras que son como algo
dicho al oído. También Sartre está muerto y es el mejor compañero, un verdadero
amigo del alma en que decía no creer, pero que en su trabajo desmintió muchas
veces al afirmar la libertad humana y sus posibilidades, reafirmó eso que
llaman ser y que sería inconcebible sin eso llamado alma o espíritu. Tenemos nuestras diferencias como con los buenos amigos.
El bueno de Jaime, me ha enseñado que no es vergonzoso ser medio
reaccionario, por el contrario. Ser reaccionario no quiere decir que sea un
Apolíneo o un Sádico sin filosofía. Admiro que no le de pena romantizar de vez
en diario. Larios en cambio, piensa en direcciones alternas, lo mismo que
imagina siente, y lo que siente lo inquieta, es un gran ser. Y Borges, caray,
el que tiene a Borges de amigo tiene un tesoro que compartir; su mente es una
cartografía de mundos ocultos e inquietantes de la realidad.
Este mundo virtual es otro oasis de identidades que inspiran cariño, y es
inevitable no encontrar entre ustedes un tal para cual, un tal para mi.
El corazón no puede decidir entre un querer y otro, éste sigue queriendo
aun cuando siente que se le acaban los cariños. Nunca podre responder el cometido de mencionar una persona querida, quiero demasiado y me gusta.
Sientanse libres de mencionar una persona querida, si pueden.
Beatriz Osornio Morales, imagen tomada de la red.