miércoles, 3 de septiembre de 2014

DEL MITO O COMPLEJO DE SÍSIFO


 





















En serio, había pensado hacer un  ensayo decente  sobre el último libro que leí de Camus “The Myth of 
Sisyphus”, que por cierto más que una historia, es una colección de ensayos sobre distintas cosas, temas,  en un contexto encaminado a estudiar el absurdo humano,  primordialmente. Lo leí hace unas semanas y ahora que me siento a llevar a cabo el propósito, resulta que solamente rescate dos o tres citas de todo el libro, no porque el libro sea pobre en contenido, no, al contrario, creo que es rico y denso, pues la riqueza de la mitología ya es de por si densa en un tiempo presente,  ocupado en digerir tantas guerras y tristezas y corrupciones que dejan las guerras y que nomás no se acaban. Otra razón es que habiendo terminando de leer un libro, los bordes filosóficos y escénicos que bien encajan mientras se lee ávidamente, se van decolorando con los días, y fuera de contexto las imágenes pierden fuerza y agudeza. Pero no quiero dejar pasar la oportunidad de compartir con ustedes un poco de esos pensamientos.

Las siguientes citas fueron traducidas en mi mente mientras leía, por tanto, si encuentran erratas de cualquier tipo, acepto la responsabilidad.

Del ensayo de “Paredes Absurdas”

“Y todo el conocimiento sobre la tierra no me dará nada para asegurarme que este mundo es mío. Usted me lo describe, y me enseña a clasificarlo, enumera sus leyes y yo en mi sed de conocimiento, admito que son verdad. Desbarata su mecanismo y mi esperanza crece, en la etapa final, me enseña que este universo maravilloso y multicolor, puede ser reducido al átomo, y el átomo mismo puede reducirse al electrón. Todo esto es bueno y espero que continúe, pero me dice de  un sistema planetario invisible, en el cual los electrones gravitan alrededor de un núcleo, me explica este mundo con una imagen. Entonces me doy cuenta que se ha reducido a poesía. Nunca lo sabré, ¿Tengo tiempo de indignarme? usted ya ha cambiado de teorías, así que la ciencia que iba a enseñarme lo todo, termina como una hipótesis. Esa lucidez se funda en la metáfora, esa incertidumbre es resolvida en una obra de arte”

Del ensayo de El Mito de Sísifo:

“Ya ha comprendido que Sísifo es el héroe absurdo. Lo es tanto a través de sus pasiones como a través de su tortura; su maldición a los dioses, su odio a la muerte y su pasión por la vida lo hicieron merecedor de ese innombrable castigo, en el cual el ser entero es  esforzado para lograr nada. Este es el precio que se debe pagar por las pasiones de esta tierra…() Los mitos fueron creados para que la imaginación respire vida en ellos. En cuanto a este mito, uno ve meramente todo el esfuerzo de un cuerpo esforzándose por levantar la enorme piedra, para rodarla y empujarla cuesta arriba cien veces y más, uno ve la cara desfigurada, la mejilla pegada a la piedra, el hombro rosando la masa cubierta de barro, el pie levantándola, el recién comienzo con los brazos extendidos, la seguridad completamente humana de dos manos cubiertas de tierra. Hasta el mero final de este largo esfuerzo, medido por un espacio sin cielo y un tiempo sin profundidad, el propósito es alcanzado. Entonces Sísifo ve la piedra rodar hacia abajo en unos instantes, hacia el más bajo mundo, desde donde tendrá que volver a empujar hacia la cima”

Del Minotauro:

“Hay algo implacable sobre los desiertos. El cielo mineral de Oran, sus calles y árboles con capas de polvo –todo contribuye a crear este denso e impasible universo, en el cual el corazón y la mente nunca se distraen de si mismos…() Los libros son escritos en Florencia o Atenas. Esas ciudades han formado tantas mentes europeas, que deben tener algún significado, tienen los medios para conmover hasta las lágrimas o enaltecer, ellas aquietan cierta hambre espiritual de quien el pan es la memoria. Pero  ¿Puede uno ser conmovido por una ciudad donde nada atrae a la mente, donde la mera fealdad es anónima, donde el pasado es reducido a la nada?”

Decía Camus que el absurdo es cosa de lo humano, no existe fuera de la humanidad, así  que imagino que en todo caso, el absurdo también muere con el hombre.



Beatriz Osornio Morales, Imagen de la red.


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