sábado, 5 de diciembre de 2015

El Caso.



Las uñas arrancadas al cuerpo de la mujer que hallaron en un claro del bosque, cerca de una población remota a la capital, encontraban finalmente su lugar de origen.

Seis meses atrás, habían sido depositadas en un plastico dentro de un estuche y enviadas a la comisaría por un muchacho desconocido, quien tras dejarlas en la entrada con una nota perfectamente bien escrita, se echó a la fuga antes de que pudieran ver en qué dirección. El caso fue delegado al recién nombrado detective, Rubio. Había demostrado iniciativa y potencial en campo de investigación, bajo el mando del inspector Portales, con quien había realizado sus entrenamientos de cadete en la academía hacía más de una década. El caso del feminicidio, fue apenas el segundo caso asignado en el que Luis estaría a cargo. El primero había sido un asalto a mano armada, el cual resolvió prontamente con exito.

La mañana que le entregarón el estuche con las uñas, lo mandó de inmediato a los laboratorios de la capital para determinar el ADN, si es que en efecto fuesen uñas humanas y no algo prefabricado. Los resultados determinaron que las uñas eran humanas, de eso no cabía duda, estaban pintadas de rojo y en la parte posterior conservaban aun restos de piel humana. Pero no se encontraron records de ninguna mujer reportada recientemente como desaparecida en los archivos de la población, quizá se tratáse de alguien de otro lugar. Los datos fueron regresados a los archivos estatales.


Mientras esperaban resultados de los archivos públicos de la capital, en busca del ADN que coincidiera con el de las uñas, algo aun más inedito sucedió: Un cuidador de la reserva natural en la que se encuentra el zoológico, recibió de manos de un niño indigente conocido por ser sordo mudo, un extraño paquete. El cuidador de la reserva se impactó al descubrir el escalofriante contenido: Se trataba de un juego de uñas de mujer, casi identicas en color y tamaño al del primer feminicidio. De inmediato dio aviso a las autoridades, a quienes entregó el ominoso paquete.  
(Continuará)


B.O.M. 

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