Cuando era adolescente me gustaba pensar que nuestras manos
eran un reloj de
arena, por donde pasaba el
mundo, por eso nos gusta tocar, los infantes quieren tocarlo todo; incluso se meten el
mundo a la boca.
En este reloj las
horas se filtran poco a poco hasta la hora de la
vida,
ese pujido
constante de la existencia.
Hay un librito que
nunca pude escribir, la vida era
demasiado cruda entonces.
Ahora escribo, lo
escribo después de pasarte la mano
por la espalda
y sentir ese repentino escalofrío que te recorre.
Has de saber que no escribo de mi
sino de ti, escriben las manos
de arena, escriben los granos
de la vida, porque hoy escribir no
es un acto meramente narcisista, escribir es mirarte a los ojos y
saber
que mis ojos son el
manantial donde te miras,
o acaso un pabellón
de batallas entre ángeles, depende.
Los ruinosos
deprecan sobre su vida; también la
deprecación es un grano de arena,
un invento honesto
del cual dicen ellos vale la pena
maldecir.
En la ciudad se
codean los instantes, este libro no
escrito los convoca como recuerdos
exiliados en el tren, ¿recuerdas?
o una copa llena que espera en
la mesa de al lado. Y en vida todo, todo pasa por nuestras manos
florecientes, desahuciadas.
florecientes, desahuciadas.
Beatriz Osornio
Morales, imagen de la red.
11 comentarios:
Hola, Beatriz. Quizá si sean nuestras manos ese reloj, porque por allí nos pasa todo lo que retenemos y lo que dejamos escapar, o así lo sentimos, al hacer el recuento de experiencias pasadas.
Hace mucho que no nos frecuentamos tú y yo, pero hoy al verte en casa de mi amigo que escribió México lindo, y sabiendo lo bien que escribes, pensé que quizá quisieras participar en un juego literario en común, que propone mi amigo Ibso. Si tienes tiempo, asómate a mi blog, para que te enteres de lo que propone.
Muchos besitos!
El tiempo es algo muy complicado y lleno de misterio. A veces las horas pasan sin que suceda nada en particular; a simple vista...Yo identifico a mi corazón igual que un reloj donde mi vida pasa y pasa quizás en tonterías o recuerdos; en inventar sucesos o simplemente mi corazón comunica a mi razón loca cosas por las que soy de atar...En el tiempo también se encuentra nuestro presente y en el aquí y ahora; el carpe diem donde litros de tinta lo buscan y laboriosos filósofos dan fé de la inmensidad de su significado.
El sentido del tiempo es muy complejo para un reloj; se puede averiar o simplente ya se acabaron los granos de arena donde se medía lo que pasa por nosotros. También hay momentos eternos con lapsus incluidos en que no pasan los minutos y es tan grande nuestro sentimiento, que el tiempo nos olviday nos embriaga con tamaña vivencia...
El tiempo es un condenado a muerte, un amante que espera ser aceptado, alguien que no llega al trabajo o quién lo pierde por ser un vago...Estamos envueltos en el tiempo y muchas cosas pasan como una estrella fugaz o una mirada que lo dice todo...Podría seguir escribiendo cosas acerca del tiempo que a veces me agobia al ser una cuenta atrás para un futuro donde que gustaría dejar algunas cosas hechas.
Disfruten de su tiempo y no olviden que si no lo tienen en cuenta, no importa pues el tiempo es un invento de Dios y del hombre.
El tiempo siempre ésta presente en lo bueno y en lo malo...Es el único, viejo y fiel amigo que siempre nos acompañará hasta el final de nuestros días... Querida Beatriz, hoy me ha encantado compartir mi tiempo contigo. Un gran abrazo
Ahora, Beatriz, que traes en tu bien urdido poema, la memoria de las manos, cuánto pueden éstas en el amor , y hablo de ese amor total que buscas abarcar en tus versos, porque lo que ellas hacen y trabajan, lo hacen para que la vida sea, y es que sin amor no hay vida, luego laboran para el amor. UN abrazo. Carlos
Las manos como tamiz de la vida por donde pasa rápido la arenga,o la sal como testimonio de nuestra creación
Un abrazo,Beatriz
Debe decir: arena (vale)
Me parece una fortuna poder leerte esta noche, después de semanas de no verte. Hay cierto romanticismo nostálgico en tus letras, que me deja un dulzor amargo, un arrobamiento tierno. Es que la añoranza de viejos tiempos, ese amor abierto, esas cuentas inconclusas, todo ello hace de este texto, uno escrito con tinta del corazón. Bonito trabajo.
El tiempo es la arena que nos arrastra poco a poco hacia la profundidad del mar, de la vida, hasta que el agua nos ahoga sin remedio...
Saludos.
J.
Apelas bien a la poesía, Beatriz, es un pasatiempo muy sano. ¨Cuando no tengas nada que hacer, haz algo útil¨, ojaláa fuera mía esa frase que no recuerdo de quién...
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