Bajo La LLuvia
Lo dejaron jugar bajo la brisa de los aspersores.
No sé cómo llegamos a tanto, se lamentó Eloísa. Una pelea doméstica nada más, respondió el hombre malhumorado.
Allí sentado con la cerveza en la mano y la cara fija en algún punto desconocido de sus pensamientos, todo el hombre es una expresión de culpa.
-En realidad no quiero que te vayas –dijo- me tragará el resonar de mis pasos en la casa, el vacío se hará grande sin el ruidito de tu cuerpo, sin el movimiento de tu presencia escurridiza.
-Cállate, no sigas, hace un instante maldijiste cada parte de los que soy, querías que me fuera.
-Perdóname.
-Esto no es bueno para ninguno, sobre todo para Danielito. Ya me cansé, estoy agobiada, sin embargo…Eloísa hace una pausa como para recuperar la voz, tenemos que resolverlo de la mejor manera.
- ¿A qué te refieres con la mejor manera?
- Si me voy será después de establecer los términos del divorcio. Buscaré asesoría para determinar los derechos de cada quien.
-¿Derechos?
- Sí, tengo que ver por la seguridad del niño, ¿no es eso lo que hacen las buenas madres? aunque…tú eres el que debería marcharse.
-No quieres perdonar.
- No, no quiero. Se me acabaron los perdones contigo. ¡Mírate! con todo lo que pasó sigues agarrado al trago.
- Esta bien, hablaremos después, Dani está esperando a que prenda los aspersores. ¡Pobre diablito! al menos algo de distracción lo hará olvidarse de nosotros así. ¿Vienes?
Eloísa lo siguió más por inercia que por convicción. Se sentó en una de las sillas desdobladas que él había acomodado junto a la suya. No hablaron, miraron al niño correr en la brisa fina de los aspersores. En su risa plena ya no hay restos del dolor de hace una hora, ni en su voz la desesperación por querer detener algo de lo que no tenía control. Ahora corre con los brazos en alto y grita felíz.
-¡Mamá, papá, vengan, es bueno reír bajo la lluvia!
Beatriz Osornio Morales
24 comentarios:
Los niños son así. Pueden hacer milagros y ponernos una sonrisa en el alam, aunque esa situación es muy difícil que un niño la solucione. Juegas muy bien con el dolor y la ternura.
Muchas gracias por tu comentario.
Saludos desde La ventana de los sueños, blog literario.
Son pausa del dolor.
Lo asimilan mejor que nosotros.
Tu texto, Beatrichi, es bello, doloroso, cotidiano...todo a la vez...
Un besito, guapina!
¡Benditos los niños! Cuánto debemos de aprenderles cada día... y como ley de vida, recordar las palabras de Nuestro Señor Jesús...
"Si no os hacéis como niños, no entraréis en el Reino de los Cielos" (Mt 18,3).
Un beso grande mi querida Beatriz.
Un cierre muy alegre. Por eso siempre hay que ser niño en esta vida. Un placer leerte.
a veces es mejor distansiarse por nuestro bien y el de los demás,aunque eso duela.
Gracias por tu comentario anterior,eres una de las pocas personas que comprende que ser perfecccionista y esforzarse no es por molestar a los demás,sino por superarse como persona.
Un abrazo
si, es bueno reir bajo la lluvia, me muero de ganas de que llueva
te quiero
Esos son pequeños momentos de felicidad, ver la vida reconciliada.
Besos ♥
Hola Beatriz.
Muchas gracias por escribirme y pasarte por mi blog. Me algro de que te haya gustado. Espero verte más por allí, y por supuesto, si te animas, puedes participar.
Muchas gracias.
Diego.
los niños viven la vida de otro modo, más inocente y más vital, nosotros traicionamos y destruimos
besos
Por ahí decían que los niños lo asimilan mejor que nosotros... Creo que no, los divorcios, en plena conformación de su identidad, marcan la persona que serán durante toda su vida. El 100% de amigos o familiares de padres divorciados que conozco o han repetido el patrón de abandono de sus progenitores o, por el contrario, han formado familias tipo "Ingalls" en donde la consolidación de los vínculos padres-hijos ha llegado a ser casi una obsesión en sus vidas. Para un niño, el divorcio es una experiencia traumática que parece no tener secuelas en el corto plazo pero que va imprimiendo sus consecuencias en el largo.
a veces para olvidar un momento de tension sea de crear uno de distension.nos leemos
Que momento mas amargo el de la separacion cuando se tiene un ninho de por medio :(
me encanto tu relato tan tierno, duro y real al mismo tiempo...
juguemos con el alma de ninhos el mundo asi de ve diferente!!
Felices pascuas!
besos,
No, si lo de Peter Pan no va tan descaminado. Más que un complejo es una salida.
Un saludo Beatriz
Me sonó a algo conocido, reconocí el olor. Un beso
Lo de las parejas con niños es un problemón cuando se separan...Mientras haya respeto y buenas intenciones, los problemas son más pequeños...
Abrazotes
la inocencia de un niño puede cambiar el rumbo de las cosas..
un final inesperado y abierto..
Saludos
Que hermoso texto. Me dejó muy intranquilo el fina, pero con ese tipo de intranquilidad que lo unico que hace es reflexionar.
Saludos
andrés
Hola a todos,
Ahora sí ya estamos de regreso en este rincón paradojico.
Muchas gracias por sus comentarios, es que me han sorprendido sus opiniones tan acertadas.
Nos estamos leyendo
Un caluroso saludo a todos
Como de novela, pero más bien de la vida real, es una historia que continuará?
Saludos
a veces salir bajo la lluvia en medio de un dia cotidiano hace bien para lavarse un poco de ciertas cosas malas... a veces quisiera que lloviera de ese modo mas seguido
hola, queria invitarte a que agregues tu blog a guiablog.net
es un directorio de webs y nos gustaría que estuvieras.
saludos
Diego
Besos, Beatriz. Realidad en sí misma; es una historia que siempre estará en ciernes... da miedo que haya un niño es una separación, es tanta la pena... Buena descripción.
El título del relato, una vez leído éste, traslada el punto de atención a un personaje aparentemente accidental, pero que en realidad, puede convertirse en la piedra angular de toda la historia.
Buen relato.
Por supuesto,es una maravilla reir bajo la lluvia, lo es tanto como anhelar explotar de felicidad, con una pasión tan desbordante.
Un abrazo!
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