Cadáver Exquisito
EL ASCENSOR
Andando largo rato por las aceras de la calle y mirando el suelo recién restaurado, de pronto, las baldosas y sus líneas intermedias, le hicieron pensar en variaciones musicales. De inmediato recordó que hace tiempo su prima Emilia –que estudiaba ingeniería química- le contó como para ella descubrir el mundo, al ver las imágenes era pensar todo en química, formulas y ecuaciones numéricas. A Rosaura entonces le pareció excesivo, pero ahora comprendía mejor; A pesar de que se había convertido en estudiante de música, casi por casualidad, mejor dicho para satisfacer los deseos de su padre que siempre quiso un músico en la familia, con el tiempo se fue adentrando más en el estudio de la composición, desde tomarle un especial cariño, hasta los últimos dos años en que sin darse cuenta se había convertido en una obsesión.
Vivir sola ya no le importa, siempre y cuando tenga el piano para hacer su música…ya que hacer amistades nunca fue sencillo.
La única persona con la que ha cruzado palabra desde que se mudo al departamento –aparte de las negociaciones con los administradores del fraccionamiento, y los saludos automáticos de los que intentan ser buenos vecinos pero siempre andan a prisa- fue un muchacho de apariencia desenfadada, contradictoriamente, algo tímido y con la mirada furtiva. Debía tener similar edad a la de Rosaura.
No estaba en sus planes hacer amistad con el muchacho, sin embargo, esa noche, algo extraño sucedió en el ascensor: Él miraba su falda oscura sin atreverse a levantar los ojos… (Beatriz Osornio Morales)
Mientras chascheaba sus dedos en la pared, simulando el cabalgar de un jóven potro. Rosaura lo miró intentando adivinar a qué se debía el repiqueteo acompasado y constante. El chico paró de repente, sintiendose descubierto. En ese momento paró el ascensor en la planta tercera y subió un viejecito con gorra y bastón arrastrando sus pies... (María de Jesús MAJECARMU)
Su aspecto, algo destartalado, su marcada corpulencia y su silencio se adueñaron en ese momento de la atención de Rosaura. Miraba a tan peculiar personaje intentando descifrar los contradictorios sentimientos que le producía cuando, de repente, la cercanía corporal de aquel muchacho, mucho más que evidente, casi provocadora, le hizo volver de nuevo su mirada hacia él. Fue entonces cuando le descubrió asustado y tembloroso intentando protejerse tras ella ante la aparente amenaza de aquel anciano que, no obstante, parecía no reparar en su presencia.... (Javier)
En ese momento paro el ascensor y bajo D. Inocencio Monteverde, el viejito de zapatos de charol, pantalón gris casi negros, camisa azul casi celeste, chaqueta a juego y bastón con empuñadura de plata. Andaba de prisa por llegar al velatorio de su primera novia Macarena, aquella que lo dejara plantado, después de siete meses de relaciones, por el hijo de D. Severiano López del Hurtado, en aquel entonces, cacique del pueblo. Tenía muy claro lo que venía a decirle a Severianito.
Pensando en sus cosas, no vino a darse cuenta que dejaba solos a los jóvenes a las puertas de la calle en un día gris de otoño... (Miguel Bueno -Piedra-)
De pronto, la realidad -el ascensor, ella y el jóven- se abrió como una zanja abismal e iluminada. Rosaura sintió aquello indecible, aquello indescriptible e impronunciable, aquello que -ocasionalmente- lograba vivenciar tras horas de ejercicios en su piano...con una fuerza inusitada empujó al muchacho y salió tras de los pasos de Inocencio. Muzorsky, Debussy, Schubert, Chopin, toda la música más bella jadeando incesante en su mente. (Eva Magallanes)
Mientras chascheaba sus dedos en la pared, simulando el cabalgar de un jóven potro. Rosaura lo miró intentando adivinar a qué se debía el repiqueteo acompasado y constante. El chico paró de repente, sintiendose descubierto. En ese momento paró el ascensor en la planta tercera y subió un viejecito con gorra y bastón arrastrando sus pies... (María de Jesús MAJECARMU)
Su aspecto, algo destartalado, su marcada corpulencia y su silencio se adueñaron en ese momento de la atención de Rosaura. Miraba a tan peculiar personaje intentando descifrar los contradictorios sentimientos que le producía cuando, de repente, la cercanía corporal de aquel muchacho, mucho más que evidente, casi provocadora, le hizo volver de nuevo su mirada hacia él. Fue entonces cuando le descubrió asustado y tembloroso intentando protejerse tras ella ante la aparente amenaza de aquel anciano que, no obstante, parecía no reparar en su presencia.... (Javier)
En ese momento paro el ascensor y bajo D. Inocencio Monteverde, el viejito de zapatos de charol, pantalón gris casi negros, camisa azul casi celeste, chaqueta a juego y bastón con empuñadura de plata. Andaba de prisa por llegar al velatorio de su primera novia Macarena, aquella que lo dejara plantado, después de siete meses de relaciones, por el hijo de D. Severiano López del Hurtado, en aquel entonces, cacique del pueblo. Tenía muy claro lo que venía a decirle a Severianito.
Pensando en sus cosas, no vino a darse cuenta que dejaba solos a los jóvenes a las puertas de la calle en un día gris de otoño... (Miguel Bueno -Piedra-)
De pronto, la realidad -el ascensor, ella y el jóven- se abrió como una zanja abismal e iluminada. Rosaura sintió aquello indecible, aquello indescriptible e impronunciable, aquello que -ocasionalmente- lograba vivenciar tras horas de ejercicios en su piano...con una fuerza inusitada empujó al muchacho y salió tras de los pasos de Inocencio. Muzorsky, Debussy, Schubert, Chopin, toda la música más bella jadeando incesante en su mente. (Eva Magallanes)
Inocencio dobló la esquina y, Rosaura le siguió al trote. Algo en su interior le llamaba a seguirle. Esa fuerza que solo el arte ejerce en los seres privilegiados que logran verle. Se vio entonces en una calleja de adoquines. La ciudad entera fue cambiando de forma a medida que seguía al viejo. Y ni siquiera le parecía raro que éste anduviese a un paso tan raudo.
De pronto, todos los ojos de la noche parecieron pesteañear, y una oscuridad azul comenzó a masticarlo todo. Ya no entendía nada, ni quería hacerlo. Sólo siguió el trote enmedio de tan inusitada penumbra.
Un escalofrío la recorrió por completo y abrió los ojos.
Se vio parada en el ascensor, como si nada hubiera pasado. Sola, y esperando llegar al primer piso. "Cosa extraña" se dijo. Y miró hacia los números incandescendes que le indicaban su posición vertical.
Y cuando abrió la puerta metálica del ascensor ( que parecía una membrana burda que dividiese dos universos) Y entró un muchacho de apariencia desenfadada, contradictoriamente, algo tímido y con la mirada furtiva; aparentemente de su misma edad. Rosaura no lo pensó dos veces y esbosó un firme "HOLA"
(Matía Muñoz Carreño)
FIN
De pronto, todos los ojos de la noche parecieron pesteañear, y una oscuridad azul comenzó a masticarlo todo. Ya no entendía nada, ni quería hacerlo. Sólo siguió el trote enmedio de tan inusitada penumbra.
Un escalofrío la recorrió por completo y abrió los ojos.
Se vio parada en el ascensor, como si nada hubiera pasado. Sola, y esperando llegar al primer piso. "Cosa extraña" se dijo. Y miró hacia los números incandescendes que le indicaban su posición vertical.
Y cuando abrió la puerta metálica del ascensor ( que parecía una membrana burda que dividiese dos universos) Y entró un muchacho de apariencia desenfadada, contradictoriamente, algo tímido y con la mirada furtiva; aparentemente de su misma edad. Rosaura no lo pensó dos veces y esbosó un firme "HOLA"
(Matía Muñoz Carreño)
FIN
Estimados lectores El Cadáver Exquisito, es un juego que realizaban los sur realistas que encabezó el poeta francés André Breton. Se trata de que alguien inicie un poema o relato, con unas cuantas frases, y enseguida, alguien más lo continúa, después alguien más y alguien más. Lo que resulta es la llamada "escritura automática"
A sugerencia de Eva Magallanes del blog LA CALA, he decidido sugerir este comienzo de relato, para los que gusten continuar o tengan otras sugerencias, adelante, la moneda ya está en el aire. Completémos el cadáver exquisito. Pongan su parte en el comentario y yo lo iré subiendo y acomodando. Aquí lo que importa es divertirnos. A ver qué sale. De antemano, gracias por participar.
21 comentarios:
Buena idea de Eva,es una mujer con mucha creatividad...Veamos, tienes tres personajes, por lo que el nudo se resolvería de inmediato, entonces necesitamos más anónimos que se crucen en ésta historia, para darle suspenso y emotividad. Quizás un ex amante celoso, un sádico pianista que la mate con dulces acordes de Mozart, un cuidador de autos libidinoso, una amiga bisex, no sé amiga, personajes hay miles, pero creo que desde allí podemos seguir la hebra para llegar a un argumento convincente.
Un beso.
Beatriz,veamos,vamos a probar...
...mientras chascheaba sus dedos en la pared,simulando el cabalgar de un joven potro.Rosaura lo miró intentando adivinar a qué se debía el repiqueteo acompasado y constante.El chico paró de repente,sintiéndose descubierto.En ese momento paró el ascensor en la planta tercera y subió un viejecito con gorra y bastón arrastrando sus pies...
Te dejo mi felicitacíón por la idea y mi abrazo inmenso,Beatriz.
M.Jesús
Me encantaría seguir esta cadena, Beatriz, pero mi tiempo es limitado.
Te pido perdón por no poder acceder a tus deseos, pero sí quiero que sepas que he leído el comienzo del relato y espero que tu propuesta sea todo un éxito.
Gracias por tu comprensión.
Saludos.
Pero qué divertido es esto, ya subí la primera continuación, a ver quién dijo yo...
Ya ven que se puede cambiar la dirección de la historia en cualquier momento.
Saludos grandes.
… Su aspecto, algo destartalado, su marcada corpulencia y su silencio se adueñaron en ese momento de la atención de Rosaura. Miraba a tan peculiar personaje intentando descifrar los contradictorios sentimientos que le producía cuando, de repente, la cercanía corporal de aquel muchacho, mucho más que evidente, casi provocadora, le hizo volver de nuevo su mirada hacia él. Fue entonces cuando le descubrió asustado y tembloroso intentando protegerse tras ella ante la aparente amenaza de aquel anciano que, no obstante, parecía no reparar en su presencia…
Mi granito de arena.
Un abrazo.
Un dolor no haberte conocido antes y llevarte por los rincones de Málaga o Nerja.
Me apunto al juego, intentaré subir algo.
Expresiones
Piedra
Bueno, espero no romper la cadena:
En ese momento paró el ascensor y bajó D. Inocencio Monteverde, el viejito de zapatos de charol, pantalón gris casi negros, camisa azul casi celeste, chaqueta a juego y bastón con empuñadura de plata. Andaba de prisa por llegar al velatorio de su primera novia Macarena, aquella que lo dejara plantado, después de siete meses de relaciones, por el hijo de D. Severiano López del Huerto, en aquel entonces cacique de su pueblo. Tenía muy claro lo que iba a decirle a Severianito.
Pensando en sus cosas, no vino a darse cuenta que dejaba solos a los jóvenes a las puertas de la calle en un día gris de otoño...
Bonita iniciativa. Recuerdo haber participado en alguna iniciativa popular. Un saludo.
Hola Bea, bonita iniciativa, un placer leerte,un lujo seguirte, gracias, pasa buen día, besos dispersos.
¡Buena Beatriz!, me encanta esto del cadáver exquisito... y la historia ya toma un tono de suspenso motivante... ¿por dónde sigo?, ¿los jóvenes en el ascensor o este viejo que en unas cuantas líneas ha tomado un cariz de importancia en el relato?
Aquí va mi parte:
De pronto, la realidad -el ascensor, ella y el joven- se abrió como una zanja abisal e iluminada. Rosaura sintió aquello indecible, aquello indescriptible e impronunciable, aquello que -ocasionalmente- lograba vivenciar tras horas de ejercicios en su piano... con una fuerza inusitada empujó al muchacho y salió tras los pasos de Inocencio. Muzorsky, Debussy, Schubert, Chopin, toda la música más bella jadeando incesante en su mente.
Pondré un enlace especial en mi blog hacia este cadáver...
Muchos besos!
Sí que ha sido toda una gran sorpresa este proyecto colectivo, no cabe duda que las posibilidades de una historia son infinitas.
Y habiendo ya avanzado creo que pronto necesitaremos pensar en ir dando hacia el cierre de la historia, ha sido una cosa muy bonita, gracias a los participantes y a los comentaristas.
¿Quién quiere dar cierre al cádaver exquisito? por ahora, siempre podemos hacer más en el futuro...
Una vez gracias por enriquecer este rincón con su talento.
Me atrevere con un final, querida amiga.
Inocencio dobló la esquina, y Rosaura le sigió al trote. Algo en su interior le llamaba a seguirle. Esa fuerza que sólo el arte ejerce en los seres privilegiados que logran verle. Se vio entonces en una calleja de adoquines. La ciudad entera fue cambiando de forma a medida que seguía al viejo. Y ni siquiera le parecía raro que éste anduviese a un paso tan raudo.
De pronto, todos los ojos de la noche parecieron pestañear, y una oscuridad azul comenzó a masticarlo todo.
Ya no entendía nada, ni quería hacerlo. Sólo siguió el trote en medio de tan inusitada penumbra.
Un escalofrío la recorrió por completo y abrió los ojos.
Se vio parada en el ascensor, como si nada hubiese pasado. Sola, y esperando a llegar al primer piso. 'Cosa extraña', se dijo. Y miró hacia los numeros incandescentes que le indicaban su posicion vertical.
Y cuando se abrió la puerta metálica del ascensor (que parecía una membrana burda que dividiese dos universos). Y entró un muchacho de apariencia desenfadada, contradictoriamente, algo tímido y con la mirada furtiva; aparentemente de su misma edad. Rosaura no lo pensó dos veces y esbosó un firme: 'Hola'.
No sé ustedes pero yo estoy feliz con los resultados del Cádaver...Wow, qué giro le dieron cada uno de ustedes:
Gracias María de Jesús, buena pauta el anciano.
Javier: qué maravilla de despertar el suspenso, la insinuación es genial en cuentos.
Miguel Bueno. Y ese cambió tan inusual de la atracción entre distintas edades, hombre!
Eva,esa forma de mezclar realidades pues es sin duda una buena llave que has puesto a la historia, maravilloso, gracias.
Matías: Pues qué valor y que sorprendente final, y poético a la vez, no podía haber quedado mejor amigo, bravo!
Gracias, gracias, gracias.
Beatriz,me ha encantado,tú nos invitaste y ha sido un pequeño reto,que hemos logrado entre todos.
Mi felicitación para todos los participantes...sobre todo para el último que le ha dado un toque mágico,una vivencia intuitiva que se adelanta en el tiempo...!!
Mi gratitud por tu original post,que nos ha enseñado cómo juntos podemos renovar y recrear el mundo...!!
Mi abrazo inmenso,amiga.
M.Jesús
Beatriz,me ha encantado,tú nos invitaste y ha sido un pequeño reto,que hemos logrado entre todos.
Mi felicitación para todos los participantes...sobre todo para el último que le ha dado un toque mágico,una vivencia intuitiva que se adelanta en el tiempo...!!
Mi gratitud por tu original post,que nos ha enseñado cómo juntos podemos renovar y recrear el mundo...!!
Mi abrazo inmenso,amiga.
M.Jesús
Un cadáver realmente exquisito ¡cuanto podría la humanidad lograr si pudiésemos entrelazarnos desinteresada y creativamente!
Maravilloso ver como, borrando fronteras, distancias, tiempos y espacios podemos construir un relato coherente a tantas manos. Muy buen remate ha hecho Matías. El cruce y la interconexión entre los planos temporales y espaciales termina de germinar aquí. Y ahora que leo el texto completo, me digo: el ascensor, el ascensor es clave, esa caja que se moviliza, asciende y baja... un sitio para la fusión de dimensiones. Muy linda experiencia, Beatriz.
Todo mi cariño para ti y para cada trozo de este cadáver.
Escribes muy bien profundo y con buena idea.
un placer pasar por tu casa.
Que disfrutes la noche de haloween.
un abrazo.
Especialmente mi reconocimiento para quien fue origen de la idea, para quien la puso en práctica y para ese brillante final que contagia de categoría a todo el relato. Me alegro de haber participado. Un abrazo a todos.
Realmente ha quedado magnífico, lamento haber llegado tarde y encontrarme con el fin y realmente sería una falta de respeto continuar una obra dada por acabada por oras personas. Esperaré a que aparezca otro cadáver. Un abrazo.
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