Rayo de claridad
“¿Mira
su fin o su principio?
Ella
dirá que no ve nada.Es transparente el infinito.
Nunca sabrá que lo miraba”
-Octavio
Paz-
En la soledad de una lámpara
que ilumina apenas un punto difuso de la habitación, esa pequeña nébula con aroma
a limpieza de hotel envuelve a una mujer de apariencia sombría, dibuja o escribe, no hay modo de asegurarse.
De principio no la
reconozco; hasta que un segundo tiñe sus manos delgadas, estas aparentan ser pesadas por la escasa luz.
Entonces, nuestra miradas se encuentran. Sintiéndose observada, la triste figura esconde el rostro de pómulos
sobresalientes en una madeja de su cabellera negra, y los ojos en el tupe que
cae liso hacia adelante. Sólo queda visible la mano ámbar sostenida por una
pluma en vuelo. Es en ese momento que su identidad se aclara. Nos conocemos. El instante aferrado a los dedos bajo una lupa
que tiembla como soplada por el aire acondicionado. Yo permanezco un rato más
en silencio, intentando descifrar lo que lee con tanto celo, esa enigmática luz
sobre la página que descubre y esconde
el misterio de las palabras escritas, o quizá los trazos que no alcanzo a ver
desde mi rincón oscuro, mientras ella imagina un día inédito bajo un cielo de
azul increíble. O quizá sienta bajo los cobertores de la cama, la comodidad que rara vez experimentamos los
humanos bajo un abrigo de piel de oso polar.No sé lo que puede resultar de un instante así, anclados en la ciudad de Málaga, donde ya hemos vivido antes, pero esta vez siento como si fuera la primera vez.
Ella encuentra el mar en el puerto, lo guarda en su bolso, descansa buscando cobijo de la lluvia a la espalda de una fortaleza de cultura árabe, luego se da a correr a pie por las calles que son más jardín que andador de adoquines en la costera. Pensando en que dicen que aquí es donde Picasso vio la luz por primera vez. Ahora yo también soy real.
Algunas primeras veces se prolongan al ser tocadas por un rayo de claridad, eso debe haber sucedido con Picasso. El rayo de claridad que hizo una mujer nacer de entre las sombras.
La mano simula una paloma.
Málaga España, Junio 27 de
2010.
15 comentarios:
Es la unicidad de las primeras cosas, de las primeras veces, claras en nuestra memoria.
Hermoso relato
Un abrazo
Un rayo de claridad que para todo ser de luz será su prolongación, su centro, su guía...
"La mano simula una paloma". Precioso.
Te felicito por tu texto, tus bellas palabras, bien elaboradas, se leen en una rica armonía, plena de imagenes que se quedan pegadas en la retina del alma.
ABRAZOS MILES, BEATRIZ!
En la vida necesitamos muchos de ellos, rayos de claridad por doquier. Leo y aprendo, BEATRIZ. Un beso.
Delicioso... Sí, creo que todos tenemos un rayo de claridad dentro y como dice Octavio muchas veces o nunca sabremos que lo estábamos mirando. Pero también lo podemos descubrir, creo que podemos tener esa esperanza. Saludos.
Que bello texto! un rayo de claridad para guiarnos ahora más que nunca... Es un placer.
Saludos;)
Hola Beatriz, que hermoso texto!! es un placer leerte, y gracias por tu visita a rodar y volar..encantada de estar aquí...Besos y buen finde
Excelente microrelato Beatriz! Qué fascinante imagen la de ver tocar el rayo de sol, ese instante que ahora se hace largo por este suceso!
Me ha encantado! Un abrazo enorme!
ciertamente esa claridad nace en cada uno si es que lo deseamos y más aún si trabajams para que ello ocurra
ojalá los pueblos desliguen sus prejuicios hacia otros pueblos... de seguro comenzaría la luz a brotar sin problemas
esperanzador texto querida Bea
besitos y feliz fin de semana
Es la luz de Málaga la que iluminó a Picasso. Seguro. No me extraña nada que Málaga para genios, como Picasso o Juan Ramón Jimenez y algunos más que no nombro, Beatriz. Con esa luz puede ocurrir cualquier cosa. no sabía que vivieras ahí. Qué suerte.
La primera vez de la luz, ante la penumbra, lo ilumina todo. Qué gran enigma que hasta el día de hoy nos asombra.. y deberá seguir haciéndolo.
Un abrazo!
Me gusta: "Ella encuentra el mar en el puerto, lo guarda en su bolso".
En ese rincón del mundo, tan sólido, tan luminoso, tan mediterráneo, es fácil reencontrarse con uno mismo.
Esos rayos de claridad han destellado en éste enigmático y bello relato.
Guardar en el bolso el mar...hay primeras veces que iluminan toda una vida.
Lo he disfrutado Beatriz.
Un abrazo.
nacer en personaje,maravilloso, tan maravilloso con ser mujer con manos de paloma
abrazos*
Un rayo de claridad puede hacer que reingrese la luz, en la más absoluta oscuridad.
Un rayo de luz es vida, es esperanza, es libertad.
Elaborado relato Beatriz.
Besitos.
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