En memoria de Abraham, mi hermano
siempre niño.
Antes de ti, era muda
el agua era fría de sombras,
estanque.
Ahora que ya duermes,
el agua corre
por tus pies descalzos,
lleva lejos,
su corazón palpitante canta
y en él trae
tu voz de niño,
que peina con un aliento de sol,
eternamente,
ilumina el fondo de las cosas.
Beatriz
Osornio Morales. Imagen de la red.
Hace más de 20 años Abraham se convirtió en ángel, pese al dolor que nosotros los mortales experimentamos ante la muerte de un niño.