En serio, había pensado
hacer un ensayo decente sobre el último libro que leí de Camus “The
Myth of
Sisyphus”, que por cierto más que una historia, es una colección de
ensayos sobre distintas cosas, temas, en
un contexto encaminado a estudiar el absurdo humano, primordialmente. Lo leí hace unas semanas y
ahora que me siento a llevar a cabo el propósito, resulta que solamente rescate
dos o tres citas de todo el libro, no porque el libro sea pobre en contenido,
no, al contrario, creo que es rico y denso, pues la riqueza de la mitología ya
es de por si densa en un tiempo presente, ocupado en digerir tantas guerras y tristezas y corrupciones que dejan las guerras y que nomás no se acaban. Otra razón es que habiendo terminando de
leer un libro, los bordes filosóficos y escénicos que bien encajan mientras se
lee ávidamente, se van decolorando con los días, y fuera de contexto las imágenes
pierden fuerza y agudeza. Pero no quiero dejar pasar la oportunidad de
compartir con ustedes un poco de esos pensamientos.
Las siguientes citas fueron
traducidas en mi mente mientras leía, por tanto, si encuentran erratas de cualquier
tipo, acepto la responsabilidad.
Del ensayo de “Paredes Absurdas”
“Y todo el conocimiento sobre la tierra no me dará
nada para asegurarme que este mundo es mío. Usted me lo describe, y me enseña a
clasificarlo, enumera sus leyes y yo en mi sed de conocimiento, admito que son
verdad. Desbarata su mecanismo y mi esperanza crece, en la etapa final, me
enseña que este universo maravilloso y multicolor, puede ser reducido al átomo,
y el átomo mismo puede reducirse al electrón. Todo esto es bueno y espero que
continúe, pero me dice de un sistema
planetario invisible, en el cual los electrones gravitan alrededor de un
núcleo, me explica este mundo con una imagen. Entonces me doy cuenta que se ha
reducido a poesía. Nunca lo sabré, ¿Tengo tiempo de indignarme? usted ya ha
cambiado de teorías, así que la ciencia que iba a enseñarme lo todo, termina
como una hipótesis. Esa lucidez se funda en la metáfora, esa incertidumbre es
resolvida en una obra de arte”
Del ensayo de El Mito de Sísifo:
“Ya ha comprendido que Sísifo es el héroe absurdo. Lo
es tanto a través de sus pasiones como a través de su tortura; su maldición a
los dioses, su odio a la muerte y su pasión por la vida lo hicieron merecedor
de ese innombrable castigo, en el cual el ser entero es esforzado para lograr nada. Este es el precio
que se debe pagar por las pasiones de esta tierra…() Los mitos fueron creados
para que la imaginación respire vida en ellos. En cuanto a este mito, uno ve
meramente todo el esfuerzo de un cuerpo esforzándose por levantar la enorme
piedra, para rodarla y empujarla cuesta arriba cien veces y más, uno ve la cara
desfigurada, la mejilla pegada a la piedra, el hombro rosando la masa cubierta
de barro, el pie levantándola, el recién comienzo con los brazos extendidos, la
seguridad completamente humana de dos manos cubiertas de tierra. Hasta el mero
final de este largo esfuerzo, medido por un espacio sin cielo y un tiempo sin
profundidad, el propósito es alcanzado. Entonces Sísifo ve la piedra rodar
hacia abajo en unos instantes, hacia el más bajo mundo, desde donde tendrá que
volver a empujar hacia la cima”
Del Minotauro:
“Hay algo implacable sobre los desiertos. El cielo
mineral de Oran, sus calles y árboles con capas de polvo –todo contribuye a
crear este denso e impasible universo, en el cual el corazón y la mente nunca
se distraen de si mismos…() Los libros son escritos en Florencia o Atenas. Esas
ciudades han formado tantas mentes europeas, que deben tener algún significado,
tienen los medios para conmover hasta las lágrimas o enaltecer, ellas aquietan
cierta hambre espiritual de quien el pan es la memoria. Pero ¿Puede uno ser conmovido por una ciudad donde
nada atrae a la mente, donde la mera fealdad es anónima, donde el pasado es
reducido a la nada?”
Decía Camus que el absurdo
es cosa de lo humano, no existe fuera de la humanidad, así que imagino que en todo caso, el absurdo
también muere con el hombre.
Beatriz Osornio Morales, Imagen de la red.
11 comentarios:
Aun estoy dispersa por las vacaciones, volveré con la mente mas clara para leerlo. Abrazos
Interesante escrito.
Un abrazo.
A Beatriz le ha sucedido lo que a un buen lector frente a una obra "densa", (valga el saco roto a donde va esa palabra)y ha decidido recrear significados, no distantes seguramente del mito original.
Un aplauso por esa iniciativa de "buena estudiante", cosa que nunca debemos dejar de ser, suceda lo que suceda.
Los mitos (hay tratados acerca de ellos) como proyección de la sociedad que los origina y son el instrumento regulador de la moral en todo caso en cualquier sociedad. Son aquellos que apuntalan la conciencia para advertir los posibles resultados si se incurre en la desobediencia a la ética. Saludos Bea, mi cariño para ti, y recuerda que es sólo mi opinión.
Qué bonita reflexión sobre el hecho mismo de reflexionar. Ojalá la cultura estuviera tan de moda como el fútbol, o el baloncesto, o qué sé yo. Un abrazo BEA.
Me encanta la mitología por tanto ya podrás imaginarte que me ha fascinado tu entrada.
Un saludo :)
Hola Bea
Excelente tu lectura de la excelente lectura. Jung es un "must" siempre, hay que leerlo, conocerlo, olvidarlo y releerlo y volverlo a olvidar para encontrarlo otra vez. A veces adicciona. Con el paso de los anos lo he interiorizado serenamente, pero confieso que me ha cautivado muchas veces. Me encanto tu entrada.
Un abrazo
Beatriz, hace poco terminé un libro de Carpentier, y tu resumen del esnayo de "Paredes Absurdas" me recuerda un párrafo en particular que me causó mucha impresión. La idea es muy similar a lo de "entonces me doy cuenta que se ha reducido a poesía". Ya lo publicaré y verás la conexión.
Tu final, "el absurdo también muere con el hombre" da para un poema. Yo que tú, guardaba la imagen por ahí en alguna gaveta especial.
Besos, un placer detenerme aquí a leer tu reflexión :)
Desde luego los mitos tienen un algo de absurdo pero el de Sísifo se lleva la palma. Pobrecito toda la eternidad con la roca arriba y abajo...
Muy buen post.
Besos.
El que esté libre de piedras personales, que ayude a los otros con las suyas.
Saludos
J.
Siempre me sedujo Sísifo y su piedra ladera arriba, lo he citado en diversos poemas. El ensayo de Camus lo conectó de forma implacable con el hombre actual y, por supuesto, nada cambió: aquí seguimos, observando perplejos, la piedra en caída libre; preparados trampas para que el ascenso nos sea menos doloroso.
Abrazos, siempre
Me encanta ese entusiasmo que tienes por compartir eso que te atrapa y cautiva. Nosotros muy agradecidos.
Una lectura que enriquece sin duda.
Un abrazo.
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