Sentir la niebla
como un felino
que se mueve
sigiloso en la ezquina de la casa,
gato montéz al
asecho,
la tristeza de hace
tiempo
aparece de estar
escondida en los simientes,
para elevarse de
pronto, ingrávida
hasta la pequeña
esperanza, la sola esperanza
de decirte lo que
esperabas,
y morir.
Gélida niebla
Su espina de humo,
extasiada
se curva en el
aliento de los transeúntes,
invierte la ciudad
en un fantasma,
y a ti....
en una lágrima
callada.
Beatriz Osornio Morales, imagen de la red.
7 comentarios:
Me gusta su velo, cubre la fealdad y cobija los sueños. Cuando descorremos el velo todo vuelve a la normalidad y ahí es donde toca pensar. Un abrazuco
Leo tu poema y me despisto con esa "ezquina", ese "gato montez" y ese "asecho".
Besos.
La niebla siempre es fuente de inspiración.
Un abrazo.
La nostalgia siempre nos deja escondida su simiente y está brota dentro de nosotros en cualquier momento. Saludos.
Niebla y tristeza, la perfecta trampa para arrinconar la esperanza
Muy bello Beatriz
Besossss y lindo finde
La niebla siempre me ha parecido fascinante, en sí misma se encierra el misterio, la bohemia y la nostalgia. Parece que se cobijasen secretos bajo su manto. Es poética, solitaria y a la vez indiferente. Es algo que me hechiza como la lluvia.
A veces pareciera que hablase en sus formas volátiles e intocables, en su estructura que no podemos contener. ¿Esperanza en ella? tal vez, pero una distinta, una que hay que develar.
Hermoso escrito.
Corazón
que se alimenta y se perfuma
de sentimientos callados.
Niebla opaca
sin claridad alguna
que se derrama en palabras
y de la palabra,
tu poema.
Un beso amiga
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