lunes, 8 de marzo de 2010



TÉ PARA DOS



Por estas fechas me visita el miedo del agua. Llueve y la tormenta parece que redime la realidad de toda solidez, la convierte en sustancia, agua quieta ¿quieta el agua?

Uno puede sentarse en el café y pedir una taza de realidad, mientras el olor se expande por los corredores hasta los transeúntes que andan presurosos por las aceras. Tomo un sorbo de realidad ¿Sucede algo señora? La liquidez se apodera de todo. En éste estado incontenible, los pensamientos escurridizos salen, escapan de sus carolas y se van goteando de tienda en tienda. Una muerte de agua clara no debe ser muerte, debe ser agua. No se llora por el agua. Yo lloraría por un niño ahogado en agua negra; lo arrastró la transparencia del oxigeno, con sus partículas hidrogenadas le quemó la respiración, dejándolo de ser, a no ser más que un fluido en suelos de arcilla. No lloré entonces. ¿Lloraría ahora? Quizá sí, quizás no.

Hay un lugar en el que edificios enteros son derribados por el fluir de montañas. Creció la lluvia. La mayoría de casas no se oponen a la disolución, pero hay edificios que persisten semi sólidos, como si no pudieran despertar del sueño. Las gentes están adentro, atrapadas.

Cuando era niña, las noches de lluvia eran noches de zozobra, sabiendo que en caso de un desbordamiento nuestra casa sería la primera en deslavarse, por ser la más inmediata a la vejiga del bordo. Allá vendrían las torrentes imparables de los cerros, arrastrando peces de escamas y peces de piedra, paredes, techos, ventanas, carreteras vendrían a llevarse los contenedores del agua, sin dar tiempo a dormir se llevaría las raíces de la presa, luego la casa en vela, alerta para trepar en el árbol más alto, calculando el grosor de los troncos, pensando que quizá ni el árbol más gordo resistiría la fuerza del agua, cuando ésta se despierta ¿Quién puede contra esa señora?

El sol sale, los restos de lluvia se evaporan del asfalto con una nueva vida. Noto que los edificios están incompletos. La figura de una niña asoma en la esquina de enfrente, corre a cruzar la calle sin considerar el peligro, segura de que alguien la espera en el otro lado.

¿Desea ordenar algo más? Té para dos por favor. Enseguida señora.
Beatriz Osornio Morales, imagen de flicker

23 comentarios:

FJavier dijo...

En estos lluviosos días los brillos hacen de la ciudad un escaparate especialmente seductor. Más desde dos tazas calientes al otro lado del cristal. Lo cuentas maravillosamente.
Aunque a tenor de las noticias sobre sus excesos y consecuencias uno no puede evitar cierto recelo e intuir que esta cálida calma del té es realmente una vulnerabilidad vestida de apariencia.
Un cordial saludo.

BEATRIZ dijo...

El elemento del agua tiene unos efectos oscuros en su servidora, cuestiones personales. Sin contar que se llevó a mi hermano de menos de cinco años. Es el elemento que más miedos impone en mi. Desde que uno crece los demás siempre le dicen "no escuches al miedo para vivir" Yo lo ignoré por muchos años pero él sigue alli.
Marzo, lo considero el mes más trágico de mi memoria.


Pero de vez en cuando, salgo a tomar café y recibo a los invitados.

Les deseo a todos que tengan una linda semana. Gracias por venir.

Pluma Roja dijo...

Todas las tragedias naturales son preocupantes, inesperadas. Y si se esperan muchas veces no se puede estar a salvo en un momento determinado por con tragedias inesperadas. Sí es preocupante.

Saludos cordiales,

Hasta pronto un abrazo.

Jota Ele dijo...

Ya pasó, Beatriz, ya pasó.

como bien termina tu relato, ya no llueve.

Comprendo tus miedos, pero vive el hoy y piensa en el mañana.

Un abrazo.

momo dijo...

pues como me gusta saltar, aquí estoy para decirte que me ha gustado mucho verte por mi orilla, y que me está gustando mucho lo que veo.
un abrazo

MAJECARMU dijo...

Beatriz,entiendo tu miedo,que muestras mezclando el pasado y el presente en ese té con sabor a lluvia y a zozobra..
Espero,que cesen las lluvias y el sol evapore tus tristes recuerdos..Ese hermanito,seguro,que te inspira y te alienta siempre.

Mi felicitación por tu profunda y buena letra.
Mi abrazo siempre,amiga.
M.Jesús

Jo dijo...

es curioso que cuando pienso en ese pais donde estás siempre viene a mi mente escenas de lluvia citadinas, a toda prisa mojandose los pasos
pero bebiendo siempre un cafe...


el te es como cliché en mi mentecita inglés


:P

Mª Angeles B. dijo...

La lluvia es bonita verla a traves de los cristales con esa taza que tu preparas....pero tambien es cierto que en esceso produce muchos desastres....esperemos que todo pase pronto.

Besos

Vagamundo dijo...

gotas de lluvia: bonito relato y bonito metáfora.
gotas de lluvia: barrotes que aprisionan o diluvios que diluyen la zozobra.

Merce dijo...

Un fuerte, fuertisimo abrazo ;)

merce dijo...

Me gusta como escribes y describes sensaciones y en este caso desamparos.


Un abrazo Beatriz.

Miguel Bueno Jiménez dijo...

Hay que llorar, las lagrimas limpian el dolor del alma.
Acompaño tu sentimiento, un dolor la pérdida de un ser querido.

Abrazos
Piedra

lanochedemedianoche dijo...

La lluvia es una bendición siempre que sea lógicamente la necesaria, es que la naturaleza últimamente se comporta de una manera diferente, te diría hasta cruel, seremos nosotros los mortales que la dañamos ignorándola, te sigo hermoso relato bajo la lluvia.

Besos

BEATRIZ dijo...

Ay caramba!...ya los preocupe otra vez. Debo decir que lo de mi hermano en el marzo trágico sucedió hace justo 21 años en este mes. No sé porque nunca había hablado de ello, ni con mi familia mucho menos escribiendo. Lo raro es que hace unos tres años que me vienen muchos recuerdos de aquello, y me entristece que apenas si recuerdo su sonrisa.
Pero no se preocupen...es marzo.
Gracias por venir. Un abrazo.

Escribir, coleccionar, vivir dijo...

Todo lo que atrae da miedo y el agua, en los seres humanos, ejerce una infinita atracción. Nuestros pasos se aproximan a los remansos claros de un río, al azul transparente de una playa y, de pronto, en unos minutos la corriente puede subir turbia o las olas mansas transformarse en inmensas paredes que caen para destruir.
Quizás en estos días de desasosiego para el mundo, donde el líquido elemento ha demostrado su maldad, convendría sostener una taza de té de agua domesticada y respirar pausadamente entre sorbo y sorbo.

Espero que tu marzo pase con rapidez.

atikus dijo...

En españa ahora hay muchas inudaciones en el sur, pero muchas son porque se construyeron los edificios cerca de rios y zonas peligrosas, o porque las construcciones estan mal, suele ocurrir cada cierto tiempo y lo pagan los mas pobres, algo parecido creo que debió ocurrir en por la zona de Tabasco, cuando volvia de chiapas hace unos años en un viaje que hice a Méjico, parece que siempre pagan los más pobres en los desastres naturales...


saludos

atikus dijo...

inundaciones...tengo el teclado rebelde ;-)

Jordicine dijo...

A mí, por ejemplo, me da mucho más miedo la niebla y el hielo, por ejemplo. El agua la asocio más a la playa, a bienestar. Como siempre, todo depende de las experiencias personales. Un beso, Beatriz. Me encanta leerte.

Unknown dijo...

Me da miedo realmente las fuertes tormentas!

No los tolero muy bien...

Pero me estoy acostumbrando porque aquí en Buenos Aiires nos visitan tales muy amenudo.

MUY BUEN POST!!!!

Te agradezco tus palabras en mis blogs, y tus visitas.

En otro orden te invito a pasar
por mis blogs,
EN:

www.cosechadesentires.blogspot.com

dónde publique un post en agradecimiento a algunos de los amigos que me han dejado sus huellas en decires,

Y ES uno de ellos,

y al final deje algo para que lo lleves a casa.
Este es un primer homenaje porque a todos en un solo post es imposible poner, ya veras porque lo digo.
Asimismo hay temas importantes en todos ellos.

Dejo
mi cariño y mi paz
Marycarmen

Mis Blogs:
www.walktohorizon.blogspot.com
www.panconsusurros.blogspot.com
www.cuerposanoalamcalma.blogspot.com
www.newartdeco.blogspot.com
www.lasrecetasdelaabuelamatilde.blogspot.com

José Del Moral De la Vega dijo...

¡Un volcán de imagenes y sentimientos!
El segundo párrafo es literatura "de la buena". Y la idea: "La liquidez se apodera de todo" me encanta.
Enhorabuena, Beatriz.
Un abrazo

Ishtar dijo...

Hola querida...cuentas asì bien que parece casi ser allì a sentir la zozobra llegar por el miedo de ser "comidos" de la fuerza desenfrenada de la naturaleza agua....a mi muriò mi papì...y entiendo muy bien como puedes entenderte...y sabes que te digo, los recuerdos de ellos son los que no lo van a matar de verdad...
PS: gracias por tu paso, me encanta que lo que escribo te guste, que guste a una mujer...tengo solo que traduzir la continuacion...un abrazo

J.M. Ojeda dijo...

¡Hola Beatriz!
Triste experiencia, el desenfreno de la Naturaleza
es trágico en la memoria de quien lo sufrió.

Saludos de J.M. Ojeda.
Se Fuerte en tu memoria, pero no olvides.

ANGEL VIRGILIO dijo...

Muy buen relato, corto entretenido y con una una pena e impotencia honda, reflejadas en la lluvia. Muy bien manejado el tema, con un colorido extraordinario. Un abrazo fuerte para ti. !Ah,olvidaba darte las mas expresivas gracias por tu compañia en mi blog. Chaoo.

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