Sé que cuando te marches
quedare flotando en un
oscuro
espejo de dolor,
soledad sin nombre,
donde solo habrá café añejo.
Quedaré sin suelo,
sin Roma y sus caminos
que aun llevan a ti,
sin París
sin ti,
sin tierra.
Entonces
flotaré,
flotaré sin cesar,
y el incendió que empezó
en tus ojos,
seguirá ardiendo
tras de mis ojos,
madre tierra.
Beatriz Osornio Morales,
15 comentarios:
Es un poema como un volcán, cimbra y explota desde lo más profundo.
Un fuerte abrazo.
Bea, como Sibila de Cumas, anuncia el poema el porvenir ... la ausencia de lo amado. Bello poema. Te abrazo como siempre.
La querencia auténtica por la tierra, la revela tu poema, exento de chauvinismos, hacia donde uno nace. Tierra que va más allá del concepto manoseado de patria. MI abrazo. Carlos
Me ha gustado mucho leerle.
Abrazos.
Un poema para despertar a las mariposas, tiene estos versos un algo que hace cosquillas. Saltibrincos
Me gusta la pasión que le pones a tu poesía. Un abrazo, amiga.
Queda
siempre queda
aunque no lo quieras
queda...
Con patria y nombre
de recuerdos
hay un regusto de café.
Me gusto mucho ese incendio inextinguible en los ojos
Un abrazo
Ah...quiero creer que siempre habrán quienes puedan decir "...siempre nos quedará Paris..."
Muy bello Beatriz!!!
Me encanto!!!
Besossss y lindo domingo
Llévame a Pacanda.
Tu tierra a tu vera será una maravilla.
Expresiones
Piedra
La tierra, aun estando lejos siempre nos acompaña. Sentida tu nostalgia.
Besos!
Una delicia de poema, esa dulce tristeza que transmite llega muy dentro cuando lo lees, esa nostalgia que te invade.
Saludos
Preciosa poesía Beatriz, siempre es una delicia pasar por tu blog.
Un abrazo.
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