Pasaré el resto de la hora
en un cuarto de exámenes, con suerte alguno viene a examinar. Si no,
tendré que ingeniarmelas para encontrarle la punta a esta bola de
hilos enredados que suele ser el cerebro no teniendo nada particular
en mente, en este caso el asunto de desenhebrar resulta novedoso. He
intentado observar el teje maneje de las ideas, y la mayoría de las
veces he encontrado que el mejor resultado son frases respecto a la
acción misma de pensar. Ya tengo un data gordo sobre el acto de
escribir, escribir sobre escribir resulta ser lo más inventivo que
vengo haciendo en estos actos de observación.
Luego me
pregunto si en lugar de observar el enredijo de los pensamientos, que
al final de cuentas son escurrridizos y tratan de esconderse de las
palabras, a menos que la palabra sea tan veloz como el acto de
pensar, pero si en lugar de observar el interior observara lo
exterior, ¿qué ocurriría entonces? Observar las paredes, los
escritorios, los fragmentos de paisajes en la ventana se convertirían
en un todo quizá. Las paredes con seguridad hablarían, los
escritorios, el piso, las lámparas. Nada ocurre en apariencia, no
hay trama que contar ni inspiración que desvelar, a menos que los
objetos sean escuchados y revelen algún misterio emocionante, pero
estan tan quietos en este momento, las paredes tan simétricas y sin
embargo, el sonido las traspasa.
Por fin algo de trama. En el salón
de Ms O´Neill, la maestra de inglés, estan viendo un video en
volúmen bastante alto, quiza una obra épica de literatura, se oyen
disparos de una batalla encarnizada, eso me recuerda el sueño donde
yo intentaba escabullirme con alguien en medio de un conflicto
armado, y una bala perdida me atravesó el cráneo, no sentí el
disparó de inmediato, pero caí al piso y empezo a escurrir sangre
por el pelo, me toqué la sien y el lago de las formas y los
pensamientos empezó a desvanecerse en sus propias orillas, todo se
fue nublando en un como borrón de niebla caliente, después ya no vi
nada, desperté o morí. No sé. La música incrementa el drama del
momento, pocas voces se distinguen entre los efectos de sonido, muy
buenos por cierto, eso indica que estoy oyendo el climax, o quizá el
final de la película está cerca.
Al parecer me
equivoqué, las paredes hablan, pero lo que es la trama tiene que ver
con la influencia humana. Los efectos de la humanidad son la trama de
cualquier Historia en esta existencia. Las marcas en el piso tienen
su historia, pero los pisos son mudos, estáticos, o medio estáticos
pues las marcas que les van ocurriendo, indican que no son del todo
estáticos, estan cambiando por el paso de otra cosa, quizá el
tiempo o el ser humano. Sin embargo, esas manchas necesitan testigos
para contar la trama de su historia ¿Cómo llegaron a ese punto?
Cosa imposible. Yo no sé lo que causó esa mancha rectangular en el
piso, es gris oscuro con chorriaduras como de óxido, puedo imaginar
con ayuda de la lógica y decir que un tapete estuvó allí por
largo tiempo y se mojó, o acudir a la ciencia forence pero nunca
podré estar segura del origen de esa peculiar mancha. En cuanto a
las mesas, lo que podrían decir las mesas de no ser duras e
inanimadas para el ojo humano, nosotros en cambio, no podremos probar
que son ciegas, si acaso escuchar como si fuese uno mismo el que
habla.
Son las 11:43,
casi hora de salir a comer. Vaya que el tiempo se acortó y se dejó
palpar al derecho y y al revés en estas torpes palabras, es todo lo
que ha quedado, este es mi dibujo del tiempo. ¿Cómo se ven 45
minutos? Desde aquí, no se ve nada mal, fui feliz y esquivé la
eternidad.
B.O.M. imagen de la red.
6 comentarios:
Interesante relato.
Un abrazo.
Nada
A veces no ocurre nada. Mi pensamiento va de aquí allá sin detenerse en cosas particulares. Este día de Otoño verdadero circulo por la vida dando un paseo lleno de mezcolanzas; pensamientos sin fín abiertos a pasar por momentos llenos de olvido. De la mañana a la noche, mi existencia ha sido un contínuo divagar que no perseguía nada en concreto. El silencio y la soledad no me molestan pero he de confesar que estoy hastiado de tantas horas inútiles que me han llevado a ninguna parte...Me he paseado con un corazón que va de puntillas sobre la nada y ahora, cuando ha llegado la noche, escribo unas líneas que desembocan al sueño no cumplido; a la ausencia de respirar un oxígeno estéril y una comida que me sustenta sin más. Vuelo con la imaginación y mi pensamiento no se detiene en los detalles del día pasado pues tan sólo, viajo en el vuelo de una hoja seca a merced del viento, perdida entre millones para ir a parar a al suelo húmedo e inerte de lluvia...
Me gusta el entramado que nos presentas de si el piso, las paredes o la mesa hablan, yo me pregunto ¿y por que no? Voy a intentar a ver si consigo establecer una conversación.
Un abrazo Beatriz.
Me gustó tu juego de dentro a fuera. Un relato de búsqueda muy interesante. Saludos.
Mientras podamos esquivar la eternidad y acortar el tiempo, seguimos jugando en la ruleta de la vida.
Todo un disfrute.
Expresiones
Piedra
Muy interesante juego, porque todo equivale a lo mismo, jugar con lo que nos rodea, mientras es el tiempo el que juega con nosotros... Me ha gustado mucho Beatriz. Un abrazo.
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