sábado, 15 de noviembre de 2025

Anochece

 





Apenas perceptibles,

fueron alejándose del bestiario

todas las formas onduladas.


De puntillas

cruzaron la atmósfera de cristal,

como reptiles

huyendo sobre su cola.


La pipa sin ceniza

es el escondite perfecto.


El ánfora

es mi propio burdel,

donde desnudo cada noche

y hago que se prostituya

para mi el tiempo,

hasta que humedezca

el cerebro de perversiones.



Y me atrevo

ante la esencia tuya

que juega en esas criptas,

cuando vuelvo

de nunca irme.




Beatriz Osornio Morales. Imagen de la red.

7 comentarios:

Teo Revilla Bravo dijo...

Espléndidos versos, amiga, que expresan mucha personalidad y temperamento poético.
Me agradó, conocerte y leerte.
Saludos desde Barcelona.

Carlos Augusto Pereyra Martínez dijo...

Un sentimiento hecho poso de erotismo y deseo. Un abrazo. Carlos

BEATRIZ dijo...

Gracias por pasar y comentar, me alegra que te gusten mis garabatos.
Saludos, Teo.

BEATRIZ dijo...

Gracias, Carlos.
Me da gusto tu visita por aquí.
Te mando un saludo hasta tu estancia.

Cayetano dijo...

Un poema sinuoso y sensorial, como el sonido de la serpiente, ondulándose sigilosa a través de los versos.
Muy logrado el poema.

BEATRIZ dijo...

Gracias por tus palabras, Cayetano. Es parte de un poemario basado justo en imaginería sensorial.
Saludos.

stella dijo...

Una gratisima sorpresa ha sido tu visita a mi blog dándome la oportunidad de conocer el tuyo y "tus garabatos" como dices a Teo
Me han parecido extraordinarios
Un abrazo

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